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domingo, 1 de junio de 2014

La doble vida de Felipe González

Pocos españoles llevan una doble vida de manera tan definida como Felipe González. El ex presidente es un hombre obsesionado por el dinero y la alta sociedad. También es un hombre satisfecho, pues ha cumplido sus objetivos de hacerse rico y relacionarse casi exclusivamente con las grandes fortunas del planeta. Cuando está en España, a Felipe le gusta vestirse como un modesto profesor de instituto jubilado algo intelectual y dar la apariencia de que acaba de bajarse de un coche de línea tras un cansado viaje. A sus hooligans dentro y fuera del PSOE les encanta creerse este espejismo que ha confeccionado él mismo. Cuando viaja fuera de nuestro país – se desplaza frecuentemente en avión privado- Felipe aprovecha para hacer todo aquello que por discreción no le gusta hacer en España.
El expresidente pasa la mitad del año en Iberoamérica, siendo una figura habitual en las lujosas villas que sus riquísimas amistades tienen esparcidas por el continente. A Felipe se le ha visto en la reserva natural que en Carabobo tiene el magnate venezolano Gustavo Cisneros, empresario al que su gobierno vendió Galerías Preciados tras la expropiación de Rumasa. Cisneros hace gustoso de anfitrión, pues compró la empresa en 1984 por 1.500 millones de pesetas y la revendió a los tres años por 30.000 millones. Los contribuyentes perdimos 28.500 millones en la operación, pero entre ellos nació una bonita amistad que aún perdura. Felipe conoce también el palacio que la poderosa familia colombiana Santo Domingo tiene en la isla de Barú. A esta casa en el Caribe acudió invitado en marzo de 2009, cuando se representó a sí mismo en un cónclave de magnates iberoamericanos donde no faltó su otra mitad, Carlos Slim, el hombre más rico del mundo.
A Felipe le gusta vestir en España como un pensionista que no llega a fin de mes, pero tiene en Tánger una exclusiva finca con playa privada contigua a la del rey Mohamed VI. Y la tiene por concesión afectiva del sátrapa magrebí hacia su persona, ya que el sevillano mantuvo una relación envidiable con su padre. La excelente sintonía de Felipe con Hasan II la facilitó la intermediación del rey Juan Carlos y, sobre todo, la lluvia de miles de millones de dinero público que, en la forma de créditos para la compra de material militar español, dejó caer España sobre Marruecos cuando Felipe mandaba. Desconocemos si se inspiraron en el Palau de la Música y la familia Pujol para manejar estos dineros, pero es bien conocido su gusto por la lírica catalana. El rey Juan Carlos y Felipe González se apoyaron continuamente en los años ochenta y noventa ayudándose en la consecución de sus objetivos, facilitando siempre el uno la labor del otro. También colaboraron en tareas de Estado y de Gobierno.
De tanto tratar con grandes fortunas internacionales, a Felipe se le han pegado sus costumbres. Los hijos de los muy ricos no trabajan, y ninguno de los hijos varones del ex presidente -cuarentones con familia- tiene oficio conocido. Lo mismo le pasa al hijo de José Bono, otro ni-ni de postín. A Felipe también se le ha pegado el deseo por crear un fondo de capital riesgo, una controvertida forma de inversión con muchos detractores dada la facilidad con la que permite aflorar capital revestido de éxito empresarial. El fondo de Felipe se llama Tagua Capital.
Felipe es hoy el único dinosaurio de la política capaz de, en menos de 24 horas, pasar de ser besuqueado por amas de casa y receptores PER en los feudos del PSOE en la Andalucía rural más castigada por el paro y la corrupción de su partido, a bailar en la República Dominicana bachata con una multimillonaria en un palacio próximo a la mansión de Carmen Chacón bajo la mirada de Óscar de la Renta. Entre grandes billonarios es donde se encuentra verdaderamente cómodo, a la gente humilde que le aclama en los mítines como una estrella del rock siempre la despreció. En lo que a gestión de imagen publica se refiere, Felipe González es un estafador profesional.

Descubren que no fue gol el disparo de Ghiggia en 1950

Podemos ya es 'Marca España'

Podemos ya es 'Marca España'. En apenas cinco días, ese partido se ha convertido  en lo más conocido de España fuera de sus fronteras, con la excepción del Real Madrid, el Barcelona y la 'Roja' (Zara podría situarse en el mismo grupo, pero muchos no saben que es española). Desde luego, no era eso lo que tenía en mente el Gobierno de Mariano Rajoy cuando, hace dos años, lanzó ese plan de promoción de la imagen de España en el extranjero. Cosas de la combinación de la crisis interminable y de las elecciones europeas. 
'El 'terremoto' de Podemos podría suponer una verdadera reforma en España', titulaba David Gardner, el jefe de la sección de Internacional de Financial Times en un blog de ese diario el martes, justo el mismo día en el que The Guardian salía con 'Podemos espera consolidar el auge de la política ciudadana en España tras las elecciones''¿Puede el nuevo partido de España expandir su éxito en las elecciones europeas?', se preguntaba The Wall Street Journal el lunes, tras las elecciones. 'Los indignados españoles' es el antetítulo del artículo del número de esta semana de la revista  The Economist titulado 'La marcha de Rubalcaba'. The New York Times no reaccionó hasta ayer, con el artículo 'El partido al alza de España dijo que podría, y lo hizo. Ahora viene lo difícil'.
Los titulares de muchas de esas noticias no dejan lugar a dudas acerca de los contenidos: ¿es Podemos un fenómeno transitorio o va a durar? Eso es algo a lo que nadie es capaz de dar una respuesta clara. Claro que los medios anglosajones también analizan las razones del auge de este partido que no cuenta ni con 100 días de existencia.
"La verdadera sorpresa no es el éxito de Podemos, sino el hecho de que haya llevado tanto tiempo la aparición de un partido alternativo que beba de la decepción y de la frustración por el fracaso de los dos grandes partidos para dar respuestas a los problemas de una generación perdida", declara a The New York Times Thomas Bernd Stehling, el director para España y Portugal de la Fundación Adenauer, muy cercana al Gobierno de Angela Merkel.

Vínculos con el 15-M

Muchos analistas vinculan a Podemos a los indignados del 15-M. Y, de hecho, entre los 'indignados' de Estados Unidos -grupos como 'Occupy Wall Street', 'Occupy Washington', y 'Occupy Oakland', que en su mayor parte están desarbolados y sin liderazgo- han recibido con una indisimulada satisfacción la entrada en escena de este partido, de cuya existencia -como casi todo el mundo- no tenían noticia.
Otros tratan de ver a Podemos en el contexto europeo. Para The Economist, que es muy duro en su análisis del nuevo partido, es una formación "ferozmente radical", que es "el equivalente de España del partido de extrema izquierda griego Syriza".
The Wall Street Journal también lo equipara a Syriza, con el que Podemos va a trabajar conjuntamente en la Eurocámara, tal y como ha declarado su líder, Pablo Iglesias. Para el Journal -el diario más vendido de EEUU- "es probable que el PSOE se mueva a la izquierda para tratar de impedir que Podemos y otras fuerzas nuevas le quiten más apoyos".  
La irrupción del nuevo partido ha beneficiado indirectamente al PP, ya que ha permitido a Rajoy "presentar su espectacular colapso del 45% de votos como una especie de victoria", subraya The Economist.

Pasado televisivo

Algunos de los comentarios demuestran que la prensa extranjera no conoce España tan bien como cree. Gardner, en el británico Financial Times afirma que una de las razones del éxito de Podemos es "cinco décadas de tradición sesentayochista, por medio de figuras como el líder ex trotskista Jaime Pastor, o Público, un periódico onlinepropiedad de Jaime Roures, un trotskista reconvertido en empresario de los medios de comunicación y propietario del grupo Mediapro. Los programas de televisión de Público convirtieron a Iglesias en un cotizado invitado en una amplia gama de programas destinados a un público mayoritario, y eso le hizo una figura nacional".
En realidad, Público nunca ha tenido televisiones, y La Sexta, que es presumiblemente la cadena a la que se refiere el articulista, pasó de manos de Mediapro a ser propiedad de Planeta mucho antes de que Iglesias se convirtiera en una estrella mediática.
En cualquier caso, y salvo que la selección de fútbol cambie las cosas el mes que viene en Brasil, el partido dirigido por Pablo Iglesias se ha convertido en la gran aportación española a la actualidad mundial. En 2011 fue la palabra cajas. Y, en 2012, Bankia. Tal vez Podemos sea la continuación lógica de esas dos

'Estoy casado con Dios, mi mujer y mi comunidad'

Ahí dentro, en medio del amor del grupo, el padre Julio toma el pan y el vino de Cristo y se los pasa a sus iguales como una alianza nueva y eterna derramada por todos para el perdón de los pecados. Dios anda por ahí. Y un par de parados. Y una señora deshauciada. Y gente con el sueldo al borde del mes. Y algún cura. Y también Emilia, que entró de soldadora en aquella fábrica y hoy escribe libros para cambiar el mundo. Emilia, la esposa de Julio. «Yo estoy casado con Dios, con mi mujer y con mi comunidad. Y procuro serles fiel cada día. Y cuando celebro la eucaristía celebro el gozo del Evangelio con un pueblo que se lo cree».
Es Julio Pinillos. Ex obrero de Ericsson, sindicalista, profesor jubilado, sacerdote, casado y padre de tres hijas. El padre Julio. Bienvenidos a la cena del Señor...
Hace una semana, en el vuelo que le llevaba de Tel Aviv a Roma, el Papa trajo a los titulares de medio mundo la opción de que la Iglesia católica rompa la obligatoriedad del celibato de los curas. «Al no ser dogma de fe, siempre está la puerta abierta», dijo Francisco en el avión, a miles de pies del suelo, cerca del cielo.
Veintiséis mujeres de curas italianos le acababan de pedir libertad y varias parroquias madrileñas ya estaban firmando una carta que le van a enviar solicitándole reflexión, la primera vez que miembros tradicionales de la Iglesia española levantan la mano para hablar de dos amores.
Curas casados: 100.000 en el mundo, 6.500 en España. Hombres con dos vocaciones, dos pasiones, gente empujada a elegir. «Yo no quería reconocer que estaba enamorado porque tenía que dejar de ser cura. ¿Y qué vocación no era la auténtica?».
Julio Pinillos recuerda aquel choque de sus convulsiones, aquel desorden de espíritu y de química que le revoloteó el estómago cuando, ya enamorado de Dios, conoció a Emilia Robles en la fábrica donde trabajaban los dos. Él en los relés y ella en las soldaduras. Era 1973. «Un día, yo, que estaba interesada en la lucha por mejorar las condiciones del trabajo, me acerco a un grupo y veo a un tío con bata azul que se está dirigiendo a la gente: 'Compañeros...'. Era él».
Él es Julio Pinillos, uno de los primeros sacerdotes casados en España, uno de los fundadores del Moceop (Movimiento Pro Celibato Opcional) y uno de los curas que se negó a secularizarse. «Para eso tenías que ir a un psicólogo que te dijera que no estabas maduro. Así que no pasé por ahí. No fue un desafío, fue una objeción de conciencia».
Estamos en casa de Julio y de Emilia, el techo donde crecieron sus tres hijas y tantas cosas. Hablan de Dios, de la Iglesia, de la comunidad, de los desheredados y de Mercadona, que faltan cosas en la nevera.

Ruptura de tabúes

Se casaron en 1977 en la capilla de un colegio ante amigos y 20 curas que les abrigaron. «No hubo eucaristía para no infringir ni comprometer a los curas que habían venido».
Emilia y Julio, que rompieron tabúes en la Transición, nunca han abandonado el lenguaje del acuerdo, el anhelo de consenso.«Siempre quisimos estar en comunión con el obispo, con la parroquia y con el barrio. El obispo Iniesta nos dijo que no forzáramos la conciencia de las comunidades, que camináramos con ellas y que tuviéramos paciencia histórica, que alguien tenía que empezar el camino», dice Emilia.
Julio ya estaba casado cuando su comunidad le empezó a pedir, alguna vez, la celebración de la eucaristía. «Yo vivía con ellos la fe, la vida del barrio... todo. Y algunas veces, en la densidad de la oración y lo compartido, la cena del Señor. Es caminar juntos hacia la utopía».
La eucaristía, la consagración del pan y del vino, la comunión en comunión... «Cuando la comunidad y yo lo sentimos, en ese momento profundo, es cuando la cena del Señor tiene significado. Y así la sentimos, como una celebración significativa del sacramento y de la Palabra».
El cura Julio pasó por parroquias que sí y por parroquias que no, grupos que le aceptaban como casado y otros que le respetaban pero no le consideraban tan cura. «Siempre he hecho lo que las comunidades han querido de mí. Yo no estoy aquí para batallar, sino para hacer comunidad en fraternidad». Y ahí sigue, en una parroquia de Vallecas, fraternizando.

'Camino abierto'

Casarse y seguir siendo cura, una contradicción de la Historia pero no del Evangelio para Pinillos y tantos Pinillos del mundo. «Nada dice la Biblia en contra, Jesús eligió como apóstoles a casados, la teología deja el camino abierto, las comunidades aceptan sacerdotes tanto casados como célibes y sólo les piden que sepan a Evangelio. El celibato no es un dogma, es una cosa secundaria, de la que el mundo se acabará riendo».
Pinillos fue presidente de la Federación Internacional de Curas Casados, la voz de 100.000 hombres dobles que lo sentían todo uno. Se reunió con cardenales, teólogos, obispos, vaticanistas... «El cardenal Lorscheicher me dijo que no éramos fugitivos, sino pioneros».
Y, siempre allí, Emilia. Delante de cada cura casado hay una mujer. O a su lado. A Emilia Robles le tiraba el hecho religioso, la Teología, el profesorado, la mediación... Y en ese afán lleva una vida dándose de bruces con normas de Iglesia que le chirrían el Evangelio. Desde 2002 coordina Proconcil, una iniciativa en favor de un nuevo concilio en la Iglesia católica. «Promovemos la mediación y el diálogo para que la Iglesia se renueve y sirva mejor a la misión de trabajar por la paz y la justicia desde la perspectiva del Evangelio».
Julio la mira y sus canas parecen un revoltijo de hormonas adolescentes con Dios de por medio. Milagro en Mercadona.

El celibato opcional, la mujer y la Iglesia

'Una riqueza'. Las organizaciones de curas casados defienden que el celibato opcional es una «riqueza» y no una blasfemia. «Es una riqueza para bien del Evangelio, para las comunidades, para el ecumenismo y el camino con otras iglesias y para los propios sacerdotes. El celibato sólo tendrá sentido cuando sea libre».Igualdad de género. Estos colectivos piensan que «la aceptación del cura casado facilita el camino para la aceptación previa de la mujer en la Iglesia», y reivindican un papel igualitario por género en la estructura eclesial. La Federación Internacional de Curas Casados habla una renovación de la Iglesia ligada a «la justicia, la paz, la mujer, el Tercer Mundo y la ecología».