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lunes, 28 de abril de 2014

Brasil liberará mosquitos transgénicos contra el dengue

Brasil acaba de autorizar el uso de mosquitos Aedes aegypti genéticamente modificados con el propósito de dar un paso crucial en el combate contra estos insectos, principales transmisores de la enfermedad del dengue, que el año pasado padecieron 1,5 millones de personas en el país y provocó 545 muertes. La Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio), un órgano dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, aprobó el pasado 10 de abril por 16 votos a favor y uno en contra la comercialización de la variante macho OX513A de la especie, a la que se han introducido dos genes adicionales que les impiden tener crías viables. Con la manipulación genética, el mosquito puede procrear, pero sus descendientes morirán antes de llegar a la fase adulta, lo que puede reducir a su mínima expresión la población de Aedes aegypti. No obstante, algunas organizaciones alertan de que no existen pruebas científicas que avalen esta tesis y del riesgo biológico que podría suponer la erradicación del insecto.
¡La CTNBio ha alertado de que la liberación masiva de estos insectos debe ir acompañada de un control exhaustivo de la población de otra especie transmisora, la Aedes albopictus, “debido al riesgo de que esta ocupe el nicho ecológico generado por la supresión del Aedes aegypti”. Estas observaciones ya están en curso en un tercer experimento que se desarrolla en Jacobina, una localidad de 80.000 habitantes también enclavada en el Estado de Bahía, donde Moscamed está soltando millones de mosquitos transgénicos para analizar el comportamiento del albopictus. Según los investigadores, ya existen evidencias de que es necesario liberar 500 ejemplares transgénicos semanales por habitante para garantizar una disminución de la población de los Aedes.La firma británica Oxitec será la encargada de poner en marcha la producción masiva de la variante modificada, después de tres años de experimentos en colaboración con la organización social brasileña Moscamed. La decisión del Gobierno brasileño se apoya en dos ensayos desarrollados en la localidad de Juazeiro, en el interior del Estado de Bahía, donde la puesta en libertad de estos mosquitos transgénicos ha logrado, según los investigadores, una disminución del 81% y del 93% de la población de la especie. Los ejemplares liberados sobreviven entre dos y cuatro días, de forma que la población crece al principio artificialmente de manera exponencial para después caer en picado. Los machos transgénicos no pican y solo las hembras tienen la capacidad de transmitir el dengue a los humanos.
Dos experimentos previos lograron reducir el número de insectos
“Como científica, no puedo afirmar que el riesgo sea cero, de la misma manera que una vacuna tampoco tiene una eficacia del 100%. Lo que sí puedo decir es que el proyecto funciona y que el potencial de este insecto genéticamente modificado es muy bueno. Es importante que tomemos algunas precauciones, como realizar todos los controles de calidad en la producción. No podemos lanzar al mercado mosquitos con deficiencias, o dejar escapar hembras. Sería como vender leche contaminada”, explica la bióloga molecular especializada en mosquitos e investigadora del proyecto Margareth Capurro.
Según el Ministerio de Sanidad, Brasil tiene 321 ciudades en situación de riesgo y 725 en estado de alerta ante una posible epidemia. Todos los años, en el periodo de lluvias registrado a partir de marzo, innumerables municipios brasileños entran en una suerte de histeria colectiva generada por la explosión del dengue, que provoca vómitos, fiebre y dolores musculares, y contra el que aún no existe ninguna vacuna de eficacia probada. La gran preocupación radica en que su variante hemorrágica puede llevar a la muerte. Por ahora, los únicos medios de prevención se resumen en evitar la acumulación de espacios de agua estancada (que se convierten en criaderos de Aedes aegypti), el uso de repelentes contra la picadura de insectos y la pulverización de pesticidas, una opción que puede entrañar riesgos para la salud humana.
Solo la
Tras la luz verde de la CTNBio, que se limita a avalar la seguridad de la comercialización de los mosquitos transgénicos, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) tendrá que aprobar el registro comercial del producto y controlar su salida al mercado.
Capurro asegura que la puesta en libertad del mosquito transgénico “no persigue la erradicación de la especie, sino la reducción de su población a niveles que minimicen la transmisión del dengue”. La científica recuerda que la misma especie, que tiene su origen en Singapur y llegó a Brasil a bordo de barcos y aviones, fue erradicada en el país americano en la década de los cincuenta del siglo pasado mediante el uso de insecticidas. Su reintroducción se produjo en los años ochenta.
Según el primer ejecutivo de Oxitec, Hadyn Parry, “el perfil medioambiental benéfico y su excelente eficacia comprobada hacen que el mosquito modificado sea una nueva y valiosa herramienta para complementar los esfuerzos de las autoridades sanitarias de todo el mundo en la lucha contra los mosquitos que transmiten el dengue”.
“No hay datos que demuestren que este mosquito reduzca la incidencia del dengue”, contradice Gabriel Fernandes, asesor de la organización brasileña de agricultura familiar y agroecología AS-PTA. “Ineficaces y peligrosos, los insectos transgénicos de Oxitec son un mal escaparate para las exportaciones británicas a Brasil. Un intento desesperado de apoyar la biotecnología británica y de recompensar a los inversores de capital de riesgo no debe cegar a los Gobiernos de Reino Unido y Brasil ante los riesgos de esta tecnología”, asegura Helen Wallace, directora de la organización británica GeneWatc.

Egipto condena a muerte al líder de los Hermanos Musulmanes

Los Hermanos Musulmanes recibieron un duro golpe este lunes. Un tribunal de la provincia de Minia sentenció a muerte a su Guía Supremo,Mohamed Badie, así como a otras 682 personas, supuestamente seguidores de la Hermandad, por los actos de violencia que tuvieron lugar en la localidad de Adua, y en los que murió un policía. Los hechos sucedieron en las horas siguientes al brutal desalojo por parte de la policía del campamento islamista de Rabá al Audawiya, a mediados de agosto, y que se saldó con la muerte de centenares de personas.
El juez, Said Youssef, es el mismo que a finales de marzo ya condenó a muerte a 529 personas acusadas de cargos muy parecidos: el asalto a la comisaría de Matay y el linchamiento y asesinato de su director. De acuerdo con la ley egipcia, toda condena de muerte debe ser revisada por el muftí de la República -una autoridad religiosa- antes de ser firme. En la misma sesión en la que Youssef dictó la sentencia a muerte de Badie, y una vez recibida la opinión del Gran Muftí de la República, que no es vinculante, decidió conmutar la pena de muerte a cadena perpetua para 492 personas, mientras que mantuvo la pena capital para el resto. Según se había filtrado a la prensa los días anteriores, el Gran Muftí aconsejó conmutar la pena a todas aquellas personas que no estuvieran directamente relacionadas con el asesinato del agente.
Además de Guía Supremo de los Hermanos, entre los condenados se cuentan otros prominentes líderes de la Hermandad, como Saad Katatny, el que fuera presidente del primer Parlamento electo tras la revolución que depuso a Hosni Mubarak.
Los dos procesos de hoy forman parte de un total de cuatro macrojuicios con más de 2.000 personas encausadas, todas ellas en el mismo distrito judicial, en Minia, y por cargos muy parecidos que van desde la destrucción de la propiedad , a incitación a la violencia, y asesinato. Las condenas han suscitado una gran polémica tanto dentro de Egipto, como sobre todo a nivel internacional. Tanto EEUU, como la Unión Europea y la ONU censuraron la falta de garantías de un juicio cuyo veredicto, por la gravedad de la pena y el número de los imputados, no tiene precedente en la historia contemporánea.
Además de la severidad del veredicto, suscitó una lluvia de críticas el hecho de que no se hubieron respetado unas garantías procesales mínimas. Por ejemplo, en ambos juicios se han celebrado solo dos sesiones, la de apertura y la de emisión del fallo, y esta última tuvo lugar tan solo unos días. A varios de los abogados de la defensa no se les permitió la entrada a la sala, y otros no pudieron presentar sus argumentos. Asimismo, tampoco estuvieron presentes la mayoría de los imputados, ya sea porque se encuentran huidos de la justicia, o porque su traslado a la corte esta considerada arriesgada desde el punto de vista de la seguridad.
“Es dudoso que el Estado egipcio va realmente a ejecutar a cientos de personas en un caso judicial. Pero el daño a las familias ya está hecho”, opinó el analista H. A. Hellyer, de la Brookings Institution. Muchos observadores políticos coinciden en augurar que las penas de muerte serán revocadas en el tribunal de casación. Aunque en Egipto la pena de muerte es legal, durante los últimos años, el Estado ha pospuesto su aplicación en la mayoría de casos.
El duro veredicto se enmarca en una campaña de represión cada vez más intensa contra los Hermanos Musulmanes que se inició después del golpe de Estado del pasado verano. Los medios de comunicación afines a la cofradía islamista han sido clausurados y la práctica totalidad de sus líderes están encarcelados. A finales de diciembre, el Gobierno declaró “organización terrorista” al histórico movimiento islamista, que a pesar del hostigamiento recibido, continúa organizando manifestaciones de protesta de forma periódico que son reprimidas duramente.
Sin embargo, no solo los islamistas padecen el hostigamiento de policía y tribunales, sino que toda voz disidente es susceptible de ser acusada de traición a la patria. Este es el caso del movimiento juvenil del 6 de Abril, que desempeñó un papel central en la Revolución que destronó al ex dictador Hosni Mubarak. Un tribunal de El Cairo ha ordenado el lunes su ilegalización al considerarlo culpable de los cargos de “espionaje” y de “difamación del Estado egipcio”. Este tipo de acusaciones, junto con la de recibir fondos del extranjero, eran habituales durante el antiguo régimen de Mubarak.
El falló insta al presidente interino, Adly Mansur, y al primer ministro, Ibrahim Mahlab, y al ministro del Interior, a congelar los activos de la organización, prohibir cualquiera de sus actividades, y confiscar sus locales. Uno de sus fundadores, y su líder más carismático, Ahmed Maher, se encuentra entre rejas desde diciembre y con una condena a tres años de cárcel por haber organizado una manifestación ilegal. A pesar del acoso, los jóvenes del 6 de Abril han mantenido sus protestas, y el pasado sábado se congregaron frente al Palacio Presidencial para pedir la anulación de la draconiana ley de manifestaciones.
Más de tres años después de la rebelión que relanzó la llamadaPrimavera Árabe, Egipto vive un periodo de gran polarización política. Las autoridades surgidas del golpe militar diseñaron una hoja de ruta cuyo punto culminante es la celebración de elecciones presidenciales los próximos días 26 y 27 de mayo. Los dos únicos candidatos en liza son Abdelfattá al-Sisi, ex ministro de Defensa y hombre fuerte del nuevo régimen, y Hamdin Sabbahi, un político nasserista que quedó tercero en las últimas presidenciales en las que venció el ex raïs Mohamed Morsi. La campaña de Sabbahi se ha quejado en repetidas ocasiones del hecho que el aparato estatal no es neutral, sino que favorece a Sisi.