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domingo, 5 de enero de 2014

Barcelona 4 - Elche 0

Cordero asado con cebollitas

Cae el apoyo a los mamones borbónicos

Por tercer y consecutivo annus horribilis, se agranda la brecha entre los españoles y su Monarquía.
En estos últimos 12 meses, el apoyo al reinado de Don Juan Carlosha bajado nueve puntos (sólo cuenta con el 41,3%), mientras que ha subido 17 puntos el porcentaje de españoles que piden su abdicación (62%). De igual forma, la institución monárquica perdió cinco puntos de apoyo, hasta situarse en el 49,9%.
Esta tercera encuesta consecutiva de Sigma Dos para EL MUNDO, la más larga y detallada, con 15 preguntas, fue realizada entre el 28 y el 31 de diciembre de 2013, apenas tres días después del primer discurso regeneracionista del Rey. Su compromiso de continuar con «ejemplaridad y transparencia» no parece haber surtido el efecto deseado, a juzgar por estos datos.
Además de mostrarse partidaria de su abdicación, la mayoría (56,2%) tiene una visión regular, mala o muy mala de este reinado. Y lo que es peor: el 69,4% piensa que Don Juan Carlos no será capaz de recuperar el prestigio perdido de la Corona.
Estos resultados no resultan novedosos para Zarzuela, que dispone de encuestas quincenales. Desde la Casa del Rey se ven incluso con cierto optimismo: el desafecto se está convirtiendo en crónico y no se ha producido un bajón súbito, como en 2012.
En los primeros tres meses de 2012 había una vinculación personal clarísima con la institución: el 76% tenía una visión positiva del Rey; el 70%, del Príncipe, y el 60%, de la Monarquía. Mejor imposible. Los españoles veían en Don Juan Carlos, que hoy cumple 76 años, un símbolo de estabilidad.
Luego vino Botsuana. El sábado 14 de abril de 2012, los españoles se despertaron con la noticia de que el Monarca había sido operado de urgencia tras ser trasladado desde África, donde se había caído durante una cacería de elefantes.
La desilusión fue múltiple. Se descubrió a un Monarca que ejercía gustos de millonario mientras el país vivía a un brinco del hundimiento económico. Se comprobó, además, que lo hacía a espaldas de los ciudadanos. A eso se sumó que viajaba sin la Reina.

Los españoles albergan pocas ilusiones

Pidió disculpas públicas, pero su popularidad se despeñó hasta hoy. En apenas unos días cayó 26 puntos. Pocos creen ya que se pueda volver a los días preBotsuana. En esta encuesta se comprueba que los españoles albergan pocas ilusiones respecto a Don Juan Carlos.
El 69% ve al Rey incapaz de recuperar el prestigio perdido
Tras esa brusca caída del termómetro nacional, vinieron cinco operaciones quirúrgicas en año y medio. La última, el pasado noviembre.
Pero si llamativo resulta que sólo un 41,3% mantenga una visión buena o muy buena del Rey, devastadora para la institución es la opinión de los más jóvenes. El 78,5% de las personas que tienen entre 18 y 29 años se muestran a favor de la abdicación de Don Juan Carlos. Sobre todo los votantes de IUUPyDPSOE y, en menor medida, los del PP.
Este último año ha traído también como novedad un cambio entre los socialistas. Ahora, los seguidores del PSOE se muestran divididos casi en partes iguales sobre el modelo de Estado. Son mayoría sin embargo (77,7%), los votantes del PP que se declaran a favor del la Monarquía. En general, son ya sólo seis famélicos puntos los que separan a los monárquicos de los republicanos. En dos años, los primeros han bajado 11 puntos.

La Reina y el Príncipe salvan la Monarquía

No todo es negativo para la institución. La Reina Sofía y el Príncipe Felipe son el imán que mantiene a flote la Monarquía. Los dos prácticamente iguales: la madre con un 67% y el hijo, con un 66,4%. Con respecto al año pasado, ambos ganan cinco puntos. También comparten el cumplimiento escrupuloso de sus obligaciones y la ausencia de escándalos en su vida privada.
La Reina recibe un 67% de popularidad y Don Felipe un 66,4%
El 56,6% de los encuestados cree además que, a diferencia de su padre,el Príncipe sí va a poder restaurar el prestigio perdido una vez más por la dinastía borbónica en España.
Del mismo modo, son mayoría (73,3%) los que valoran positivamente «la cada vez más frecuente presencia del Príncipe en sustitución del Rey en encuentros con autoridades».
El pasado 12 de octubre, por primera vez en la Historia, Don Felipe sustituyó a Don Juan Carlos en el desfile de la Fiesta Nacional. También tuvo que acudir a la Cumbre Iberoamericana de Panamá, aunque sólo estuvo en los aledaños. Desde Zarzuela se destaca queel Príncipe «ha ocupado el vacío dejado por el Rey» ausente por sus problemas de salud. La irrupción del doctor Miguel Cabanela, de la Clínica Mayo de Estados Unidos, ha puesto fin en un principio a los problemas médicos.
También mantiene la Casa del Rey que esta situación adversa para la institución tendría que revertirse este año, cuando por fin la Monarquía podrá disponer de un tiempo limpio de problemas, sin operaciones ni tribunales.
Los próximos 12 meses se adivinan así cruciales para la atormentada Corona española.


La biblia del excursionista 2.0

Si usted este fin de semana elige pedalear, por ejemplo, de Bujará a Tashkent pasando por Samarkanda, antes eche un vistazo a Wikiloc. Si prefiere no arriesgar, solo pasear por el volcán Erta Ale en el desierto etíope de Danakil, un lago de lava en permanente ebullición, el excursionista Jordi Llobet se lo explica, de primera mano, en Wikiloc, una web enciclopédica de excursiones, contadas por sus propios autores.
Wikiloc es el resultado de dos locuras, el excursionismo y la informática, unidas por un gerundense de 40 años, Jordi López Ramot, que en 2006 comenzó a colocar en Internet las rutas montañeras que hacía con sus amigos. Siete años después es un vademécum del excursionismo, con más de 1,7 millones de rutas que ciudadanos de todo el mundo han colocado paciente y públicamente para que las aproveche la gente.

A caballo y en camello

Al inicio fueron actividades básicas (andar, correr y pedalear), pero luego se añadieron rutas a caballo y a camello; para el tren o el trineo, volando o buceando, con perros o con niños, en piragua o en patinete, en un rato o en años. No hay barreras en Wikiloc. “Escalada en monociclo de Navacerrada a Navalmedio. Grado de dificultad, moderada. Tiempo, 23 horas y 16 minutos”, cuelga su autor, Talos.
Abundan las excursiones por España (1,3 millones), pero se pueden encontrar planes en más de 200 países o así, por extraños y nuevos que parezcan. De la vuelta a Gibraltar en 13 kilómetros y poco más a la travesía náutica de Saint Kiss a Nevis.
López Ramot no es que se haya inventado 1.700.000 rutas y visitado todos los países y algunos más; él se dedica a mantener en pie su criatura, y, una vez convertida en un monstruo de datos traducido a 22 idiomas gracias a voluntarios absolutamente desconocidos para Ramot, que no se le vaya de las manos.
“Cada semana se añaden unas 6.000 rutas”, dice Ramot. “Y ya hay más de 2,6 millones de fotografías. Al comienzo pensé que se me llenaría la web de pornografía y otras gamberradas. Pues se pueden contar con los dedos de una mano. Es lo que más me ha sorprendido, el respeto de la gente”.
Wikiloc está ya en los 18 millones de páginas vistas y 1,5 millones de visitas únicas mensuales. “Creo que mucha gente no es consciente de lo que significa mantener un sitio como Wikiloc. Imagina que durante un mes dejas que un millón y medio de personas utilice el ordenador de tu casa, y que cada una de ellas quiera encontrarlo en perfectas condiciones. Que cambie de idioma, cargue tu perfil, acceda de forma inmediata a todos los contenidos gráficos (mapas, fotos, recorridos, etcétera) y que puedas descargarlos al instante”.
Pese a su inmensidad, Wikiloc es clara, práctica y sencilla. El visitante puede buscar rutas por países (unos 200), por modalidades (unas 50), pero también por grado de dificultad, distancia o tiempo de realización. Para facilitar aún más la labor, todo se puede descargar gratis en el móvil o subirlas desde este mientras se realizan. “Ahora el 45% de las nuevas rutas se colocan en la página desde un teléfono”, dice Ramot.
“Vivo en Segovia y me gusta moverme por la montaña a pie o en bici”, escribe Mónica11 en su perfil de la página. Es la persona que más rutas tiene en Wikiloc, 1.421, principalmente de Cataluña y Asturias. Gerca no tiene tantas (388), pero le siguen más de un millar de fans y tiene el ranking más alto de la web (27.175).


El puente de Valentré, del siglo XIV, en la ciudad francesa de Cahors, es uno de los lugares que aparecen en las rutas ciclistas de Javier Piris en Wikiloc. / JEAN-MARC BARRERE
El userrank premia el número de rutas, pero también los seguidores y sobre todo los comentarios (si son negativos baja la nota), las explicaciones o el detalle de la ruta. Nadie tiene más seguidores que Zinaztli (semilla, en castellano), seudónimo tras el que está Javier Piris. “Uso Wikiloc desde 2007. No había muchas webs de ese tipo. Me pareció una forma muy interesante de poder visualizar las rutas y además compartirlas”.
La ruta favorita de Piris es la Alpi Bike, la travesía de los Alpes en bici que realizó en 44 días, 8 horas y 44 minutos, “aunque la más descargada es la Transpirenaica (de Llançà a Hondarribia en 16 días), y la más vista (30.206 veces) la del Camino de Santiago desde Roma”.
El trabajo de Ramot se ha visto reconocido internacionalmente por Google Maps (2006), National Geographic (2009), Ashoka Changemakers (2009) y hasta en Taipei, con los premios Living Labs. Premios que se destinaban a mantener la maquinaria de un servicio gratuito. “No es fácil buscar modelos que compaginen generar ingresos y el acceso gratuito a la web. Hay que estar continuamente equilibrando la necesidad de dinero sin perjudicar a nuestra comunidad”.
Durante los primeros años Wikiloc funcionó solo con el esfuerzo de Ramot y su pareja, Montserrat Jordi. Desde hace tres, gracias a diferentes fuentes de ingresos, de donativos a inserciones publicitarias, cinco personas mantienen la web. “Ofrecemos la opción de que los servicios turísticos y deportivos puedan ubicarse en los mapas de las rutas o micropagos para activar el servicio desde móviles con GPS, con un indicador de rumbo que te avisa si sales del camino”.
Ramot no tiene una ruta preferida de entre las 1,7 millones. “Hay muchísimas y en lugares increíbles, como rutas en camello por el Sáhara, con trineo de perros por la Laponia o el kite-skiing sobre paisajes helados en el norte de Rusia”.

China encierra a las prostitutas en centros de trabajo forzoso

La mujer, bañada por la luz rosa fluorescente que señalaba que estaba disponible, recitaba de un tirón los riesgos laborales que existen al trabajar como prostituta en China: clientes que las maltratan, el fantasma del VIH y las miradas de odio de los vecinos que desgarran el alma. “Mi vida está llena de ansiedad”, se lamentaba la mujer, conocida como Li Zhengguo, entre cliente y cliente hace unas mañanas. “A veces mi corazón se siente culpable por haber entregado mi cuerpo”.
Pero lo que más teme es una visita de la policía. La última vez que se la llevaron a la comisaría local, Li fue enviada, sin juicio ni representación legal, a un centro de detención en la vecina provincia de Hebei, donde pasó seis meses haciendo flores de papel decorativas y recitando las normas que castigan la prostitución. Su encarcelamiento en el Centro de Detención y Educación de Handan acabó con una última humillación: tuvo que reembolsar a la cárcel sus gastos de estancia, unos 60 dólares (44 euros) al mes. “La próxima vez que la policía venga a llevarme, me cortaré las venas”, afirmaba Li, una mujer soltera de 39 años con dos hijos.
Los partidarios de una revisión legal cantaron victoria en noviembre después de que el Gobierno chino anunciase que aboliría “la reeducación a través del trabajo”, el sistema que permite a la policía enviar a campos de trabajo hasta cuatro años, sin juicio, a los delincuentes de poca monta y a las personas que protestan demasiado por las actividades ilícitas de las autoridades públicas.
Pero siguen existiendo dos mecanismos paralelos de castigos ilegales: uno para los que cometen delitos relacionados con las drogas y otro para las prostitutas y sus clientes. “Se siguen produciendo abusos y torturas, solo que de una forma diferente”, señala Corinna-Barbara Francis, una investigadora sobre China de Amnistía Internacional.
El turbio sistema penal para las prostitutas, “detención y educación”, se parece sorprendentemente a la reeducación a través del trabajo. En los centros dirigidos por el Ministerio de Seguridad Pública se encierra a las mujeres hasta un máximo de dos años, y a menudo se les exige que trabajen duro en talleres siete días por semana sin sueldo, para fabricar juguetes, palillos desechables y pañales para perros, algunos de los cuales, según dicen las mujeres, se empaquetan para ser exportados. Los clientes masculinos también son encarcelados en estos centros, pero en un número mucho más pequeño, según un informe publicado el mes pasado por Asia Catalyst, un grupo de defensa de los derechos humanos.
Las mujeres que han pasado por alguno de los 200 centros de detención y de educación del país afirman que sus guardias les cobran unas cantidades elevadas de dinero y son violentos.

Xiao Lin estuvo encarcelada seis meses
Al igual que con la reeducación a través del trabajo, la policía impone penas de cárcel y de educación sin juicio y con pocas posibilidades de recurrir. “Es arbitrario, abusivo y desastroso en lo que se refiere a salud pública”, señala Nicholas Bequelin, un investigador de Human Rights Watch que publicó un informe el año pasado sobre los peligros a los que se enfrentan las mujeres que trabajan en el floreciente comercio sexual chino. “Es otra parte corrupta del sistema legal chino, y debería suprimirse”.
El informe de Asia Catalyst describe la detención y la educación como una inmensa empresa lucrativa que se hace pasar por un sistema para rehabilitar a las mujeres. Los centros de detención, que fueron creados por la legislatura china en 1991, están dirigidos por agencias de seguridad pública locales, que tienen la última palabra sobre las penas. Algunas exreclusas aseguran que las autoridades policiales exigen a veces sobornos para poner en libertad a las detenidas.
El Gobierno no publica habitualmente estadísticas sobre el programa, pero los expertos calculan que cada año se envían entre 18.000 y 28.000 mujeres a los centros de detención. A las reclusas se les exige que paguen la comida, los reconocimientos médicos, la ropa de cama y otros artículos básicos como el jabón y las compresas, y la mayoría de las mujeres se gastan unos 400 dólares (casi 300 euros) por una estancia de seis meses, señala el informe.
“A las que no podían pagar solo les daban bollos cocidos al vapor para comer”, contaba una mujer a Asia Catalyst.
En algunos centros, se exige a los visitantes que paguen una entrada de 33 dólares (24 euros) para ver a los familiares encarcelados.
Los que han estudiado el sistema aseguran que los organismos de seguridad pública locales obtienen unas ganancias considerables con un trabajo que es básicamente gratuito.
El planteamiento del Gobierno chino con respecto a la prostitución es contradictorio. Después de la victoria comunista en 1949, Mao Zedong convirtió en prioritaria la rehabilitación de las prostitutas, que los comunistas consideraban víctimas de la explotación capitalista. Durante sus primeros años en el poder, erradicó realmente el comercio, pero la introducción de reformas de mercado a principios de la década de 1980 provocó el resurgimiento de la prostitución, y según un informe de Naciones Unidas, se calcula que en los últimos años hasta seis millones de mujeres trabajaban en la industria sexual.
Actualmente, las ciudades chinas están repletas de supuestos salones de peluquería con habitaciones traseras separadas por cortinas en las que no se ven tijeras; en los karaokes de lujo, las jóvenes empleadas hacen las veces de prostitutas. Muchas de ellas dicen que a menudo se paga a la policía para que haga la vista gorda.
Pero esa aparente permisividad desaparece durante las campañas periódicas de mano dura en las que se detiene a un gran número de prostitutas, con frecuencia antes de reuniones políticas importantes. Un mando policial en la provincia de Liaoning aseguró a Asia Catalyst que se exigía a los Ayuntamientos y a los municipios cumplir unos cupos, lo que daba lugar a batidas contra el vicio para volver a llenar los talleres de las cárceles.

Un inmigrante camerunés relata su calvario en Madrid

Yafar, de 29 años y nacido en Camerún, atravesó a pie dos desiertos africanos. Sus pies encallecidos conservan las huellas de varios miles de kilómetros a lo largo de casi tres años de agotadoras caminatas antes de saltar la valla y alcanzar Melilla, puerta de la anhelada Europa. Él lo logró, pero recuerda que algunos que buscaban lo mismo murieron en el trayecto.
En febrero de 2005 arribó por fin a Madrid. Y se instaló en la localidad de Parla, donde no le esperaba ningún edén, sino una odisea de detenciones sistemáticas. Tantas, y tan seguidas, que hace un año dejó la vivienda que compartía con otros inmigrantes y cambió de domicilio y población.
Los agentes le tenían breado. Yafar se ríe cuando se le pregunta cuántas veces ha sido detenido o identificado en la calle desde que llegó a España. “¡Uf!, dejé de contarlas hace tiempo, pero calculo que unas 160... Hubo un mes en que me llevaron 17 veces detenido a la comisaría, y días en que me detenían por la mañana y también por la tarde, solo por mi cara”. “¡Pero si ya me han detenido esta mañana...!”, se quejaba a los agentes de la comisaría. “Ya, pero este es nuestro trabajo”, le respondían. “Muchas veces me dejaban en el calabozo toda la noche, a veces varias noches, y luego me soltaban, y al día siguiente vuelta a empezar...”.
Consiguió el permiso de trabajo en España al poco de llegar, pero cuando fue a renovarlo se lo denegaron porque tenía una leve condena por conducir sin el permiso. “Tenía carné de mi país, pero no de España. Aún así, pagué la multa y cumplí la sentencia, y al pedir la renovación del permiso de residencia, me lo negaron por la condena”. Yafar lo consideró muy injusto y recurrió ante los tribunales la decisión del Gobierno de no renovarle los papeles. Hace dos meses, el Juzgado 24 de lo Contencioso de Madrid dictó una sentencia a su favor, en la que ordena al Ministerio del Interior que le renueve el permiso de trabajo y estancia en España.
Antes y también durante todo este papeleo judicial, que ha durado años, la policía no ha dejado de pararle en la calle y llevarle a los calabozos. “A veces salía de casa y estaban en el coche policial en la puerta. Me veían y otra vez para adentro”, señala.

LimitinfH

Tener la tez muy oscura o de rasgos magrebíes convierte a las personas en potenciales víctimas de una, o muchas, identificaciones, e incluso detenciones si no se tienen los papeles en regla. Un informe de la Universidad de Valencia sobre identificaciones policiales en España, hecho en colaboración con la de Oxford, advierte de que el aspecto y el color de una persona influyen mucho a la hora de que la policía se decante por identificarla o no. Si es gitana o tiene rasgos magrebíes o africanos o latinoamericanos, la posibilidades de que la policía la pare (e incluso de que le asalten dudas sobre la veracidad de la documentación y acabe detenida) aumenta exponencialmente respecto a personas de color blanco europeas. El estudio, el primero de este tipo que se hace en España, está basado en 2.000 entrevistas realizadas por la agencia Metroscopia.
José María Benito, del Sindicato Unificado de Policía (SUP), recuerda cuando, en época del actual líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, como ministro del Interior se dieron instrucciones para identificar “a españoles y extranjeros” en algunas salidas del Metro. Y atribuye aquellas batidas a cuestiones de estadística política. “Como formalmente son detenciones, ello permitía al político de turno decir que la policía era eficaz y que habían aumentado las detenciones”. Benito señala que esas prácticas se han reducido ahora. Y añade que tales identificaciones/detenciones ordenadas desde arriba lo único que podían generar a sus compañeros “eran problemas jurídicos”. Y es que ahora existe un marco legal que es un “cajón de sastre” y que permite identificaciones y detenciones sin indicio delictivo alguno.
Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, admite que se han “reducido mucho” las batidas indiscriminadas, aunque señala que aún persisten las identificaciones basadas en el perfil racial de la persona, por ejemplo en el popular barrio madrileño de Lavapiés. “Así es muy difícil lograr la integración de los colectivos extranjeros, y alguien tendría que explicar el persistente goteo de identificaciones que aún se siguen produciendo con ellos”.

Fallece Eusébio, icono del fútbol portugués

A las cuatro de la mañana, de una parada cardio-respiratoria, ha muerto en Lisboa el mítico jugador de fútbol del Benfica y de la selección portuguesa Eusébio da Silva Ferreira, conocido, como los grandes, por el nombre propio: Eusébio. La noticia de su muerte, a los 71 años, ha conmocionado por entero al país por encima de los amantes del fútbol (casi todos en Portugal, por otra parte), ya que Eusébio se había convertido en algo más que un extraordinario deportista, sino en parte de la memoria y de la mitología de un pueblo. A las nueve de la mañana, pocas horas después de que su muerte se hiciera pública, ya había flores y bufandas rojas al pie de la estatua que le muestra rematando a gol en el Estádio da Luz, en Lisboa. Poco después, el Gobierno declaraba tres días de luto nacional.
Eusébio había nacido en 1942, en Lourenço Marques (hoy Maputo) en Mozambique. A los quince años jugaba en un club llamado Los Brasileños Futbol Club. Pero a los 19, en mayo de 1961 (después de que su madre interfiriera para que no fichara por el Sporting de Lisboa), ya jugaba en un Benfica que por entonces comenzaba a tutear a los grandes en la Copa de Europa. La Pantera Negra, como le apodó un periodista inglés, logró que su club se convirtiera en uno de ellos durante la gloriosa etapa de los años sesenta. Con Eusébio, el Benfica participó en cuatro finales de la Copa de Europa, ganando dos de ellas.
Los futbolistas de la Selección de Fútbol de Portugal Torres y Eusebio, durante el Campeonato Mundial de Inglaterra 1966.
Pero fue en el Mundial de 1966 de Inglaterra donde Eusébio se consagró. Hubo un partido que recuerdan todos los portugueses mayores de cincuenta años, entre ellos, el mismísimo ex presidente de la República Jorge Sampaio, que hoy, en una entrevista en la televisión, hacía referencia a ese día. Corrían los cuartos de final y Corea del Norte se colocó 3-0 en el minuto 25. Era la primera vez que Portugal participaba en un Campeonato del Mundo y muchos intuyeron que el camino de regreso a casa estaba cerca. No Eusébio, que le dijo a un compañero que no se preocupase, que iban a pasar. Esa tarde marcó tres de los cinco goles que llevaron a Portugal al triunfo y al éxtasis (aunque embarrancó en las semifinales). Eusébio, con todo, fue elegido mejor jugador de ese campeonato.
Ganó dos botas de oro y el Balón de Oro de 1965. Ganó 10 campeonatos de liga con el Benfica. Fue operado seis veces de la rodilla izquierda. Jugó muchas veces lesionado. Los expertos recuerdan hoy su velocidad, su capacidad para internarse y su explosivo remate con su pierna derecha. Las televisiones emiten esas mismas internadas en blanco y negro que terminan siempre en un golazo. Sus amigos prefieren advertir que, además, era un tipo franco, generoso y humilde, con la salud muy debilitada en los últimos años, pero empeñado en agarrarse fuertemente a la vida (“como el campeón que fue”).
El dictador Salazar prohibió que le fichara el Inter de Milán cuando estaba en lo más alto de su carrera a fin de impedir que el símbolo del fútbol portugués defendiera otros colores que no fueran los de la selección o los clubes lusos. Lo recordaba el jugador (que llamaba al dictador “el padrino”) en una entrevista publicada hace dos años en el semanario Expresso. Supo sobrevivir convertido en mito a varios regímenes políticos. En esa misma entrevista responde, cuando se le pregunta sobre los culpables de la crisis: “Mi política es el balón”.
El bombardeo mediático que sacude Portugal demuestra que ha muerto alguien más que un jugador de fútbol. El escritor e integrante de banda de rock António Manuel Ribeiro lo supo definir hace unas horas en la televisión: “Fue nuestro héroe. En un país en el que hay muy pocos héroes”.