Durante la carrera, que atravesó la región andina, el Pacífico y el Amazonas, los atletas tuvieron que hacer trekking, andar en bicicleta de montaña o practicar kayak, y el perro no dejaba de estar a su lado.
Cuando los suecos se hundían en el barro, lo mismo hacía Arturo. Cuando dormían en concreto, también lo hacía el can. Cuando remaban en sus kayaks, Arthur nadaba a su lado.
"Empezamos con cuatro miembros en el equipo, pero terminamos con cinco", escribieron los compañeros del equipo sueco. Uno añadió en Facebook: "He venido a Ecuador para ganar el Campeonato del Mundo. En cambio, he sumado un nuevo amigo", escribe 'The Washington Post'. Finalmente, Arturo terminó ganándose el pasaporte a Suecia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario