Lanzada en las encuestas y con el proceso soberanista en marcha, Esquerra Republicana de Cataluña
define este fin de semana la hoja de ruta a seguir en los próximos
años. La formación celebra una Conferencia Nacional, un órgano para
revisar la posición ideológica del partido que se reúne cada cuatro años
y se intercala entre los congresos. La ponencia política, que se ha
aprobado esta mañana, avala la ‘vía Kosovo’, una declaración unilateral
de independencia desde el Parlament, para lograr la independencia de
Cataluña. Los republicanos dibujan los varios escenarios sobre los que
legitimar el proceso soberanista: una consulta avalada por el Estado,
una consulta sin permiso estatal pero permitida por Europa, y una
proclamación unilateral. “Haremos lo que haga falta para que los
ciudadanos puedan decidir”, ha enfatizado la secretaria general del
partido, Marta Rovira.
Los republicanos sostienen que el Estado no puede prohibir la
consulta, ya que, apuntan en su ponencia, “un mandato democrático
libremente expresado en las urnas con todas las garantías siempre es
previo y superior a cualquier norma interna o marco legal existente en
cualquier Estado”. Aunque prevén que haya un freno a la votación,
incluso por la fuerza. En ese caso, subraya la ponencia, se pasaría a un
“sucedáneo” de la consulta: las elecciones plebiscitarias, un escenario
previsto también por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, que
pasa por celebrar unos comicios con la independencia como único punto de
debate político. La tercera vía avalada por ERC es la vía kosovar: “En
el extremo que el Gobierno español interviniese la Generalitat o el
Parlament, y que la UE estuviera al margen, una asamblea de cargos
electos podría proclamar la independencia sin que interfiriese la
legislación española”, pretende el documento.
Esta vía, recalcan los republicanos, supone “un mecanismo de menor
participación democrática” y “es inviable desde el punto de vista
internacional si antes no se han agotado todas las vías legales y
democráticas establecidas” . Y prosigue: “Es un escenario de difícil
concreción y lleno de contradicciones”. Para lograr el aval
internacional, los republicanos quieren convertir la campaña de las
elecciones europeas de 2014 “en una palanca de difusión internacional de
la causa catalana”.
La ponencia política mira más allá de la consulta y ya dibuja el
escenario de la secesión para Cataluña. La primera fase, describe el
documento, consistirá en negociar con el Estado la transferencia de
funcionarios, la gestión de las fronteras y el reparto de activos y
pasivos: tanto las infraestructuras que administra España en Cataluña,
como los bienes estatales en el extranjero como la deuda.
El documento también esboza como debe ser el Estado catalán una vez
lograda la independencia. La ponencia abre la puerta a fijar una moneda
diferente del euro (“en situaciones excepcionales”, subraya) y a
saltarse los objetivos de déficit fijados por la Unión Europea. El
último tramo de la ponencia sirve para plantear los primeros pasos del
hipotético Estado catalán: asegurar los suministros, la seguridad de los
ciudadanos y sentar las bases del Estado del bienestar.