El nuevo presidente calificó de injerencionista las declaraciones del
ministro José Manuel Garcia-Margallo y amenazó con represalias de todo
tipo. "Cuidado España que Venezuela es libre y el gobierno de España se mete con el digno gobierno de Venezuela.
Cuidadoooooooo que sabremos defendernos. Respeten para que los
respeten. Que es eso de que va a salir un funcionario a declarar sobre
Venezuela. Ustedes que tienen el 25% de paro, que están quitando las
casas a los trabajadores que están sometiendo al país a un paquete
neoliberal que lleva al hambre y a la destrucción al pueblo español...
no se metan con nosotros. Cuidado con Venezuela que derrotamos al Rey hace tiempo" clamó.
Desde primera hora del día la postura del ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo irritó al gobierno neochavista.
El embajador venezolano en Madrid fue llamado a consultas y "nos
reservamos acciones si persiste esta actitud de desconocimiento del
gobierno español", anunció Jaua.
"Hemos ganado 18 de 19 elecciones, por algo será. Mayoría es mayoría".
El ministro español había abogado por un recuento electoral rápido
para acabar con la situación de «interinidad», además de apostar por «el
acuerdo y el diálogo» tras unos resultados que certifican una
"polarización muy fuerte".
Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea, fue aún
más contundente contra García-Margallo: "El gobierno de España sería
muy bueno que se ocupe de sus propios problemas, que tiene muchos. Hace
años esta gran patria dejó de ser colonia".
Recordando a Chávez
Tras ser nombrado oficialmente presidente electo, Nicolás Maduro,
entre cánticos de "Chávez vive la lucha sigue", recordó cómo hace seis
meses en ese mismo lugar Hugo Chávez fue ratificado en el cargo y, entre
todo su legado, nos deja esta bendita Constitución".
En la misma línea que ha seguido durante su campaña, el discurso de
Maduro se ha centrado en elogiar las bondades de Chávez y en destacar
que seguirá su senda. Asímismo ha vuelto a criticar a quienes le
declararon la guerra durante su enfermedad. "Que el mundo vea quien tiene un proyecto democrático, ético
y quien tiene un proyecto burgués sumido a los intereses de Estados
Unidos. El programa de la derecha no representa los intereses de este
país".
"Fue Chávez quien decidió que yo asumiera su batuta y debo decir que ésta es una tarea muy difícil", reconoció para añadir luego que "tenemos el mejor sistema electoral del mundo".
"Hemos ganado 18 de 19 elecciones. Por algo será. Mayoría es mayoría y no aceptar esto tiene un nombre: 'Golpismo'. Yo denuncio que se está preparando un golpe de estado en el país", gritó Maduro, que se calificó a sí mismo como "el primer presidente chavista después de su fundador, irrepetible".
El presidente insistió en que hay que "respetar la voluntad popular y la democracia, que es la base de la revolución bolivariana. Un voto es un voto. Si yo hubiera perdido por un voto, lo habría aceptado".
"Ayer me hackearon la cuenta de Twitter, una guerra tecnológica
para boicotear un instrumento con el que se puede llegar a miles de
ciudadanos. No fue una campaña sino una guerra", expresó Maduro haciendo
referencia a lo que ocurrió durante la jornada electoral. "Basta ya de
odio, de intolerancia. Vamos a actuar legalmente contra el odio en
nombre del Cristo Redentor. A Dios rogando y con la ley actuando".
Maduro ha pedido "prudencia" a los mandos policiales y "cuidado" con los infiltrados, tras los llamamientos a salir a la calle que ha hecho Henrique Capriles.
Tras diez días de campaña "hemos conseguido un buen resultado. No me
creo más pero tampoco menos que el 'burgués' (Capriles). Jamás aspiré a
ser presidente de la República, nunca aspiré a ningún cargo. Pero hoy
soy presidente y le debo lealtad al pueblo de Venezuela. Por ellos voy a trabajar. Los revolucionarios nos forjamos en las dificultades".
El CNE defiende el proceso
El acto de proclamación comenzó con la lectura de un comunicado por
parte de la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay
Lucena, quien dijo que "calificar la diferencia de votos de grande o
pequeña no es cosa del comité electoral. Nuestro papel es contar los votos y decir quién ha ganado.
Y en este caso ha sido Nicolás Maduro. Lo otro forma parte del debate
político, pero no puede poner en juego la transparencia del sistema
electoral de Venezuela, que es el país de la democracia más viva y
vibrante de América".
"Quienes critican el sistema es porque lo desconocen y están
metiéndose en asuntos internos del país. Estamos convencidos de que en
Venezuela se puede debatir en paz. No aceptar los resultados es poner en
entredicho unas elecciones que se han desarrollado con transparencia",
afirmó Lucena. "El candidato Capriles decidió no reconocerlos, pero en
Venezuela existe un estado de derecho que debe ser respetado", advirtió
al líder de la oposición.
"El candidato Nicolás Maduro alcanzó 7.563.747 votos, un 50,75% de las papeletas, frente al 48,97% de Capriles, por lo que declaramos que es el nuevo presidente de Venezuela", dijo la presidenta del CNE. Jurará el cargo este viernes.
Sin acuerdo entre los observadores
La ceremonia de proclamación no está exenta de polémica. Según los
analistas internacionales invitados por la oposición para seguir las
elecciones, Nicolás Maduro no debería ser proclamado vencedor o presidente electo antes del recuento manual de los votos.
El español Gustavo Palomares y el argentino Diego Sueiras, que forman
parte del grupo de 43 invitados como observadores por la Mesa de la
Unidad Democrática (MUD), que respaldó al líder opositor Henrique
Capriles, resaltaron en una rueda de prensa que el mismo Maduro aceptó
que se haga tal recuento. "El recuento no supone poner en duda el
resultado" subrayó Palomares. Tras aclarar que este grupo "no afirma que
se cometió un fraude", matizó que tampoco avala que el proceso se haya
desarrollado en condiciones de "limpieza completa" y que detallará ello
en un informe que anunció para finales de mes.
"Creo que prevaleció la realidad: Chávez ya no está. Sin duda por eso no pudimos arrasar"
"Vimos marchas organizadas por parte del partido gubernamental,
solicitando el día de la votación, presionando a los colegios
electorales", declaró Gustavo Palomares, presidente del instituto de
Altos Estudios Europeos.
Sin embargo, otro grupo de observadores españoles -formado por Daniel
Serrano (PP), Antonio Trebín (PSOE), Antoni Picó (CIU), Enrique López
(IU), Aitor Esteban (PNV) y Raúl Morodo, embajador de España- afirman
que los resultados son "fiables". En un comunicado indican que "el
ejercicio del voto y el secreto del mismo, en lo que hemos podido ver,
ha estado garantizado. El sistema permite un doble contraste de
resultados,con el voto electrónico y el recuento de papeletas, por lo
que consideramos que ofrece una adecuada fiabilidad".
Decepción generalizada
El triunfo de Nicolás Maduro
en las elecciones presidenciales del domingo en Venezuela fue
celebrado, como ya es costumbre en el chavismo, en el palacio
presidencial de Miraflores, aunque con menos simpatizantes que en otras ocasiones y hasta aire de tristeza por una victoria "pírrica".
El balcón del pueblo en el palacio de Miraflores, ese desde el que
Chávez cantaba el Himno Nacional cada vez que obtenía un triunfo, se
mantuvo cerrado pues el ganador de la jornada electoral habló al pueblo
chavista desde una tarima desde donde les dio las gracias.
"Creo que prevaleció la realidad: Chávez ya no está.
Sin duda por eso no pudimos arrasar, Chávez hubiese arrasado otra vez",
dijo Gloria Hernández, un ama de casa que aseguró que ahora el Gobierno
de Maduro debe tener una propuesta de unificar al país "una patria para
todos".
"Ese balcón, ese es el puesto de Chávez, me imagino que de ahora en adelante siempre estará vacío", señaló Hernández.