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domingo, 18 de noviembre de 2012

Tortilla paisana

Ingredientes
  8 huevos 50 g de chorizo 75 g de guisantes frescos 1 pimiento rojo1 pimiento verde1 cebolla2 patatas1 calabacínagua aceite de oliva sal.
 
Elaboración Cuece los guisantes en un cazo con agua y sal. Escurre y resérvalos. guisantes y cocina el conjunto durante 30 minutos aproximadamente.

Pica la cebolla y ponla a pochar en una cazuela con un chorro de aceite de oliva. Añade el pimiento rojo y el verde finamente picados. Agrega las patatas, el calabacín y el chorizo cortados en cubitos. Incorpora los guisantes y cocina el conjunto durante 30 minutos aproximadamente.

Bate los huevos con una pizca de sal. Incorpora la verdura y mezcla bien. Calienta un poco de aceite en una sartén y haz la tortilla. Si quieres, puedes servirla entera en el centro de la mesa.

Brasil: Fiscalía reclama que se retire la frase “Alabado sea Dios” de los billetes

La fiscalía dio un plazo de 120 días, para que las placas de impresión se adecuen a esta solicitud, y los billetes dejen de contar con la alabanza a la divinidad “que favorece a los cristianos”, según el impulsor del cambio. El procurador general de los derechos ciudadanos, Jefferson Dias, enfatizó que su deber es, entre otros, el “de proteger la libertad religiosa de todos los ciudadanos”.

Iglesia católica se abstiene de comentarios

Para el procurador Dias, la expresión que tienen los billetes carece de ecuanimidad. “Imaginemos el billete con expresiones como: “Dios no existe”, ó “Alabado sea Alá”, o “Alabado sea Buda”, incluso para Brasil podría ser “Salve Oxosi”, alguien podría opinar debería incluirse, “Salve Lord Ganesh”, todos tienen derecho, y seguramente habría gran agitación en la sociedad brasileña por la molestia que sufrirían los ciudadanos que creen en Dios”, explicó.
Desde la Conferencia Nacional de los Obispos, la jerarquía católica no realizó comentario alguno, pese a la consulta periodística al respecto. Mientras tanto desde las iglesias evangélicas “Asambleas de Dios”, se rechazó la acción judicial en el entendido que “Dios tiene que ser alabado en todo momento y lugar”, según Tilza Feliciano, representante de una de las organizaciones más grandes en Brasil.
Los reales tienen su actual diseño desde 1994, cuando sustituyó al devaluado “cruzeiro” durante el gobierno de Itamar Franco, siendo el ministro de Economía Fernando Henrique Cardoso quien posteriormente sería presidente brasileño por dos períodos consecutivos. El real es actualmente la moneda con mayor valor de América Latina.

Los bichos que casi acaban con la Humanidad

Hubo una época en la que Xavier Sistach salía a menudo a cazar mariposas. Luego dejó de hacerlo porque dejó de sentirse a gusto sacrificando especies por puro coleccionismo. Pese a que hace tiempo que no sale a 'cazar', su pasión por los insectos sigue intacta. Sistach, entomólogo aficionado y profesional del mundo del libro, está decidido a convertirse en un riguroso divulgador de todo lo que relacione los insectos con el ser humano. De ahí que acabe de publicar 'Insectos y hecatombes' (RBA), un exhaustivo viaje a través de la historia de las dos grandes epidemias de la historia: la peste y el tifus.
Causadas por la pulga y el piojo (infectados por bacterias), llevaron a la Humanidad a lo más cerca que ha estado jamás de su extinción como especie (allá por el siglo XIV, cuando la peste negra mató a 25 millones de personas). Pero de eso ellas no tienen ni idea. Lo único que intentan, una vez infectadas, es calmar su hambre, buscando un nuevo huésped. Y siempre, históricamente, el que han tenido más cerca es el hombre. Después de la rata, claro.
"Durante mucho tiempo, de hecho, hasta principios del siglo XX, cuando se descubrió que eran pulgas y piojos quienes transmitían los patógenos que causaban la enfermedad, se pensaba que epidemias como el tifus y la peste eran castigos divinos", explica Sistach. Es decir, que había mandatarios que consideraban que Dios estaba castigándoles por sus pecados destruyendo sus pueblos. "No se sabía de dónde salía, ni por qué empezaba ni por qué, al cabo de un tiempo, parecía desaparecer. De ahí que creyeran que sólo podía ser Dios", dice. "Pero Dios no castiga a nadie, es el ser humano quien ha provocado las guerras, las hambrunas y la miseria, el entorno ideal para la proliferación de estos insectos", añade.
Insectos que, a su manera, "han jugado un importante papel en la configuración de la geografía europea", puesto que, explica el experto, "cuando una zona quedaba por completo despoblada, anulaba cualquier estrategia del gobierno en cuestión", y la dejaba en manos del enemigo.

El principio del fin

Interesado en aunar el hecho histórico (la batalla que enfrentó al ejército de Napoleón a los rusos y en la que los soldados acabaron enfermando y muriendo de tifus) y epistemología, Sistach alumbra los momentos en los que ambas pandemias atacaron con mayor voracidad a la humanidad y analiza, paso a paso, cada uno de los descubrimientos que se hicieron a nivel científico. Es decir, de creer que el mismísimo Dios elegía a los futuros enfermos a descubrir que algo tan pequeño como una pulga podía suponer el principio del fin. "Me interesa cómo una cosa afecta a la otra. Porque afecta. Si la malaria no estuviese tan extendida en África, sus países habrían podido crecer mucho más", dice.
Hablando de la malaria, Sistach piensa dedicarle su próximo ensayo. A ella y al otro centenar de enfermedades que pueden transmitir los insectos. "La malaria es la que más me fascina. Porque todo son contradicciones. Por cada solución surge un nuevo problema. El mosquito que la transmite ha creado resistencia a los insecticidas y el patógeno ha creado resistencia a la medicación. Desde los años 40, se han creado 30 tipos distintos de medicamentos. No se puede luchar contra ella. La razón es que es la más antigua de todas. Tiene más de 50.000 años. Por eso también es la más resistente", cuenta.

Chinches y tifus

Sistach tiene una colección de más de 20.000 insectos, entre ellos, las raras chinches que encontró en Ecuador y que provocaron la reacción química más extraña que el entomólogo, con estudios de Biología y especialista en Historia Natural Antigua de los insectos, ha visto jamás. "Los metí en el bote de cianuro potásico que suelo utilizar y empezó a salir humo. Mucho humo. Fue espectacular", recuerda Sistach. Dice que algún día tratará de clasificarlos. Porque el mundo de los insectos sigue siendo un misterio.
"Actualmente hay alrededor de un millón de insectos clasificados, pero se sabe que hay entre 20 y 30 millones pendientes de clasificar. Cuando se tala un árbol en la selva, se están matando a cientos de especies únicas, propias del microclima del árbol que acaba de talarse y de ningún otro más", explica.
Hablando de misterios, y volviendo al tema patológico, el origen de la peste en Europa sigue siendo un misterio. "En 1907 se demostró que la pulga de la rata de la India era la que había contagiado la enfermedad a los millones de personas que murieron en Asia y Rusia, pero para los brotes europeos se ha hablado de la posibilidad de que fuese otro tipo de rata, pero aún no está claro, sigue siendo un misterio", asegura Sistach.
Pese a ello, hoy en día "es un problema menor" porque "aunque no hay vacuna, existe un tratamiento con antibiótico", y la mortandad del tifus apenas alcanza el 2%. Eso sí, señala el entomólogo, "el hecho de que creamos vivir en un lugar seguro, en ciudades a salvo de gérmenes, siempre estamos en riesgo, porque la naturaleza se abre camino y nos encuentra más indefensos de lo que deberíamos". Y luego está el problema de la superpoblación. "Ninguna de estas epidemias lo habría sido sin una gran concentración de personas. La superpoblación también es un riesgo en caso de contagio", concluye.

La historia de George Blake, el espía británico que se pasó a la KGB

En el manual del buen espía hay reglas no escritas que son de obligado cumplimiento, incluso para los jubilados. Entre ellas, por supuesto, está la discreción, tener un ego medido y nada de juegos con la prensa, por si acaso. Sin embargo, a determinadas edades y con algunos personajes se permiten excepciones, como en el caso de George Blake, el famoso agente del MI6 británico que se pasó al KGB en los años cincuenta y entregó a Moscú importantes secretos de inteligencia. Su “traición” más memorable fue el informe que dio sobre el túnel que construían los americanos en Berlín para espiar las comunicaciones de rusos y alemanes del Este, lo que permitió su desmantelamiento. Blake también entregó listas de nombres de agentes dobles soviéticos que trabajaban para Occidente y una nómina de 400 espías británicos, algunos de los cuales fueron detenidos y ejecutados.
El pasado 11 de noviembre, este espía de leyenda cumplió 90 años y lo celebró tranquilamente en la dacha en que vive a las afueras de Moscú. Para ser un ex agente secreto, lo hizo de un modo singular: se sentó en un sofá, encendió la televisión y vio el documental sobre su vida que ese día transmitió Zvezda, el canal de las Fuerzas Armadas rusas. El mismo domingo, en otro hecho nada usual, recibió la felicitación pública del presidente Vladímir Putin, exmiembro del KGB y director de su institución sucesora, que dio a Blake tratamiento de héroe por los servicios prestados al Kremlin.
Georgi Ivánovich —ese fue el nombre que adoptó Blake al refugiarse en la URSS, luego de su fuga de una cárcel británica en 1966— aparece en el documental dando un paseo por su casa de campo con su esposa, Ida, y un perrito. Con aparente buena salud pese a su edad, el doble agente recordó ante las cámaras la operación del túnel de Berlín y otras aventuras de aquellos años de dentelladas encubiertas entre las potencias. “Soy un hombre feliz; tuve mucha suerte, una suerte excepcional”, declaró hace días Blake al diario oficial Rossiskaia Gazeta, en otra entrevista en la que reiteró no tener cargo de conciencia alguno.
Y con un lenguaje digno de la era soviética, Putin expresó así su reconocimiento al espía: “Usted pertenece con todo derecho a la pléyade de profesionales brillantes, hombres fuertes y valientes”, que realizaron con su “trabajo invisible” una “importante contribución a la paz al asegurar el equilibrio estratégico” en la época de la guerra fría. El mandatario no los mencionó, pero en esa “pléyade de hombres valerosos” también estaban otros famosos agentes dobles, como Kim Philby o Donald MacLean, integrantes del quinteto de Cambridge, quienes escaparon a la URSS tras ser descubiertos.
“Es el gran traidor, el más interesante
de todos los agentes dobles”, opinó Graham Greene de Blake
“De todos los espías dobles que trabajaron para el KGB, sin duda el más interesante y el gran traidor fue Blake”, dijo a este diario (en 2009) el escritor John Le Carré, conocedor de las biografías de todos estos espías que fueron la materia prima de sus novelas. Coincide con Le Carré el periodista Fernando Rueda, que acaba de publicar en España Espías y traidores, la historia de los 25 agentes dobles más famosos y efectivos del planeta —además de Philby y Blake, se incluyen los casos de Heinz Felfe, agente nazi que trabajó para Stalin; Mata-Hari o Luis González-Mata, un espía de Franco.
“Su caso es especial, tanto por la forma misteriosa de cambiarse de bando, mientras estaba encarcelado en Corea del Norte, como por su fuga increíble de una prisión inglesa, una operación montada por el KGB que contó con la ayuda del IRA”, asegura. Blake fue uno de los espías que más “daño” hizo a los aliados, y muestra de ello, según Rueda, es el homenaje que se le acaba de rendir en Moscú.
La historia de Blake comienza el 11 de noviembre de 1922 en Rotterdam. Hijo de un judío sefardí nacido en Constantinopla, durante la ocupación nazi sirvió de correo a la resistencia y después emigró a Reino Unido. En 1948 fue reclutado por el MI6, y su primer destino en el exterior fue Seúl, adonde llegó con la misión de montar una red de espionaje. En el verano de 1950, la ciudad fue tomada por las fuerzas comunistas, y él, apresado junto a varios diplomáticos británicos. Durante el cautiverio, el grupo fue sometido a torturas y técnicas de lavado de cerebro, momento en que Blake cambió de bando, aunque él siempre negó que fuera esta situación de presión el motivo de convertirse en doble agente.
“Allí asistí a los implacables bombardeos de las pequeñas aldeas coreanas por la aviación de EE UU. Los muertos fueron las mujeres, los niños, los ancianos, pues los hombres se encontraban en el ejército. Nosotros mismos pudimos haber sido las víctimas. Aquello me hizo sentir una gran vergüenza (…) sentí que estaba en el lado equivocado”, declaró en 1999 a la cadena de televisión estadounidense PBS. Tras su liberación en 1953, regresó a Londres convertido en héroe.
En 1955 fue enviado a Berlín, y allí, paradójicamente, su tarea fue captar a funcionarios soviéticos como agentes dobles. En Berlín se puso en contacto con el KGB y les informó de los detalles de la construcción de un gran túnel (más de un kilómetro de largo) dentro de Berlín Este por el espionaje anglo-norteamericano, desde donde serían interceptadas las conversaciones telefónicas de los soviéticos. La información era tan valiosa que, para no descubrir a Blake, los rusos dejaron que el túnel funcionara 11 meses, hasta que fingieron encontrarlo por casualidad coincidiendo con unas intensas lluvias. En 1961, estando casado con una ciudadana inglesa y con tres hijos, Blake fue detenido tras la intervención de un agente polaco desertor. Condenado a 42 años, su espectacular huida de la cárcel de Wormwood Scrubs y su salida de Reino Unido en el maletero de un coche por el canal de la Mancha forman parte de su leyenda.
En la antigua URSS se divorció de su primera esposa y se casó de nuevo. Asumió la identidad de Georgi Ivánovich, fue condecorado con la Orden Lenin y acabó su vida profesional como la mayoría de sus colegas: dando clases a otros agentes en la academia de espionaje del KGB. En Moscú se veía con Philby —muerto en 1988, alcoholizado— y con MacLean —fallecido en 1983—, así como con Morris y Lona Cohen, el matrimonio de espías norteamericanos que puso al descubierto el programa atómico estadounidense conocido en clave como Manhattan.
“Todos nosotros luchábamos por lo mismo, por una sociedad más justa y por una idea que sigue siendo muy noble, aunque en esta etapa de la historia humana resulta inalcanzable”, dijo Blake hace casi 15 años a la televisión estadounidense. Por entonces ya había publicado su primer libro de memorias, titulado Sin otra opción, y se había producido la reconciliación con sus hijos británicos, que fueron a visitarle a Moscú en varias ocasiones. Blake siempre negó ser un traidor y dijo que para realizar el trabajo que hizo tuvo que tener “la mente dividida”. En noviembre de 2007, al cumplir 85 años, fue galardonado con la Orden de la Amistad de manos de Vladímir Putin, pero ya entonces su nombre era Georgi Ivánovich y en Rusia mandaban los oligarcas y el capitalismo.

Los anglicanos, a las puertas de aprobar el acceso de la mujer al episcopado

La Iglesia anglicana está de estreno. El pasado día 9 estrenaba nuevo líder, Justin Welby, y el próximo día 20 puede convertirse en la primera gran religión cristiana con mujeres obispos. La elección del 105º arzobispo de Canterbury aglutinó a las distintas sensibilidades en torno a la figura de un ex alto ejecutivo que abandonó el sector del petróleo por Dios, cuando perdió a una hija de siete meses en un accidente de tráfico en París. En cambio, la concesión de la mitra a las mujeres puede erosionar todavía más la ya de por sí agrietada comunión de la Iglesia de Inglaterra.
Y eso que se trata de un paso lógico dentro de la dinámica eclesiástica anglicana. Las mujeres, en efecto, son sacerdotisas desde 1989, con pleno reconocimiento de todos. Ése fue el momento determinante. Porque, una vez abiertas las puertas del altar como diaconisas y sacerdotisas, lo normal es que las mujeres acaben subiendo los demás escalones del sacramento del orden y alcancen el episcopado.
Porque, como en casi todo en la vida, también en el sacramento del orden hay escalafones. Una cosa es el sacerdocio común de los fieles y otra el sacerdocio ministerial, reservado en la iglesia católica a los hombres, un monopolio roto ya hace tiempo por las mujeres anglicanas. Pero dentro del sacerdocio ministerial, el episcopado confiere la plenitud del sacramento del orden. Y a esa plenitud, vedada hasta ahora a la otra mitad del cielo, aspiran, con todas las de la ley, las mujeres en el anglicanismo.
Justy Welby, obispo de Durham. | AfpJusty Welby, obispo de Durham. | Afp
Un paso lógico, pues, para el que los tiempos parecen maduros en el seno de la comunión anglicana. La mayoría parece estar a favor de la medida, pero el sector más conservador amenaza con nuevas rupturas y con engrosar las filas de los que vuelven a Roma.

Sector conservador

El todavía primado anglicano, Rowan Williams, del sector progresista, es un firme partidario de la ordenación episcopal de las mujeres. Su sucesor, Justin Welby, que tomará posesión de su cargo el próximo mes de marzo, pertenece, en cambio, al sector conservador. Y, sin embargo, ya ha declarado que votará a favor de las mitras femeninas.
En cambio, parece mucho menos dispuesto a apoyar el derecho de los sacerdotes homosexuales a cohabitar con sus parejas o a que accedan al episcopado. Eso sí, tiene claro que la homofobia no es de recibo en la Iglesia anglicana: "No podemos tener trato con ningún tipo de homofobia en ningún lugar de la Iglesia".
La Iglesia anglicana está en crisis permanente: tiene un pie en el pasado y otro en el futuro
De aprobarse, pues, el acceso de la mujer al episcopado, sería una decisión histórica que, por un lado dejaría en evidencia (aún más) la situación discriminatoria de la mujer en la Iglesia católica y, por el otro, metería presión a Roma en este tema tan delicado. Ante él, una de dos. O la Santa Sede se enroca en su 'no' al acceso de la mujer al altar, como está haciendo hasta ahora. O bien, a medio plazo, no tendrá más remedio que seguir el mismo camino.
Y es que ni el mismísimo Papado de Roma podría mantenerse impertérrito ante la presión social y religiosa sincronizada. Una presión que señala a la Iglesia católica como la única institución en la que se sigue discriminando abiertamente a la mujer en su acceso al altar y a los ministerios ordenados.

Convivir con las crisis

Rowan Williams, su predecesor. | ReutersRowan Williams, su predecesor. | Reuters
¿El episcopado de le mujer podría romper al anglicanismo? La Iglesia anglicana es como un junco. Parece a punto de caer, pero nunca se doblega del todo. Por muchas crisis que viva. Porque a las crisis ya está acostumbrada desde su fundación por Enrique VIII, aunque fue su hija, Isabel I, la que separó radicalmente a la naciente Iglesia anglicana de Roma, se impuso como "gobernador supremo" de la Iglesia nacional (Church of England) y, sobre todo, convirtió el dogma oficial en una tercera vía que mezcla un ritual casi totalmente católico con una teología casi protestante.
Y desde entonces, la Iglesia anglicana tiene un pie en el pasado y sigue encadenada a los viejos esquemas de un Estado que interfiere en todo lo religioso, y otro en el futuro por su afán de estar siempre al día y hacer asequible la fe y el Evangelio, que es siempre buena noticia, al hombre de hoy. El resultado es una crisis permanente y la apertura de un continuo debate teológico sobre el papel de la Iglesia en la sociedad actual. Con la adaptación de normas y formas a los tiempos actuales, pero también con la revisión de algunos dogmas que, a juicio de muchos dirigentes anglicanos, carecen de credibilidad y, por lo tanto, provocan el rechazo de la gente.
La batalla revisionista comenzó por la virginidad de María que, a juicio de algunos obispos anglicanos, es "un dogma que aparece tarde en la teología cristiana y no se puede seguir manteniendo, porque sólo se ha utilizado para justificar las barreras que separan a las Iglesias de las mujeres". Y no sólo eso. Los jerarcas anglicanos cuestionan la existencia del infierno e, incluso, ponen en duda la resurrección de Cristo, punto fundante del cristianismo. Y junto a la denuncia de "viejos mitos", la jerarquía anglicana pretende aplicar hacia adentro los derechos humanos que predica hacia fuera y abrir la puerta a dos colectivos secularmente rechazados por las Iglesias: las mujeres y los homosexuales.

Las mujeres, desde 1989

Los anglicanos aprobaron, en 1989, el acceso al altar de las mujeres. Desde entonces, se han ordenado más de mil sacerdotisas de Su Majestad y, como dice el actual arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, "a largo plazo, todas las iglesias acabarán viendo que la ordenación de la mujer es un beneficio. No hay Iglesia alguna que pueda eludir el reto de la ordenación de la mujer".
Un año después, aprobaron la ordenación de sacerdotes homosexuales, porque, como dice su máximo líder, "Dios ama a los hombres y, por lo tanto, también a los homosexuales. Rechazamos cualquier tipo de homofobia y no tenemos inconveniente en admitir clérigos homosexuales". De hecho, la propia oficina del arzobispo de Canterbury confiesa que el 24% de los sacerdotes anglicanos es homosexual, de ellos el 9,4% afirma ser "activo".
El sacerdote Peter Stone, tras cambiar de sexo. | EpaEl sacerdote Peter Stone, tras cambiar de sexo. | Epa
En 2002, las autoridades anglicanas permitieron a los divorciados volver a contraer matrimonio religioso e incluso accedieron a que uno de sus sacerdotes cambiase de sexo y se convirtiese en mujer. Cuando tenía cinco años, Peter Stone soñaba con despertarse por la mañana convertido en niña. A sus 46 años, después de dos matrimonios y con una hija adolescente, su deseo se convirtió en realidad y el reverendo Stone se convirtió en el primer sacerdote en activo de la historia sometido a un cambio de sexo con el beneplácito de sus obispos.

Una "Iglesia laboratorio"

Todos estos cambios convierten a la Iglesia anglicana en una especie de Iglesia laboratorio, que va por delante de su "matriz" romana, ensayando los cambios y abriendo camino en la mentalidad popular a la Iglesia católica, mucho más lenta y conservadora y mucho más apegada a la tradición y al poder. Y, aunque después de cada cambio anglicano, Roma advierte que se trata de un obstáculo más en el camino de la eventual unión de ambas confesiones, la verdad es que, tanto teológica como litúrgicamente, Roma y Londres están a un paso de la unión. No hay nada dogmático que las separe. Sólo la inercia de los siglos y algunas diferencias de matiz. Como la concepción del papado. Los anglicanos admiten la figura del Papa, pero sólo como un "primus inter pares".
El trasvase de fieles y clérigos entre la Iglesia católica y la anglicana es constante
De hecho, las coincidencias son tantas que el trasvase de fieles y clérigos entre ambas confesiones es constante. Por ejemplo, 239 sacerdotes se pasaron a la Iglesia católica tras la ordenación de las mujeres y, según los datos de la Iglesia católica inglesa, en los últimos cinco años 25.000 anglicanos se han pasado al catolicismo. Con algunas personalidades importantes entre ellos, como la duquesa de Kent, esposa de un primo hermano de la reina de Inglaterra. Se llegó a rumorear insistentemente que la malograda Diana de Gales también quería convertirse, como su madre. El que dio el paso del retorno a Roma fue el ex primer ministro Tony Blair.
Pero si el "camino a Roma" es frecuente entre los anglicanos, también funciona el "camino a Londres". Según datos del arzobispado de Canterbury, en los últimos 10 años, unos 50 sacerdotes católicos se han pasado a la iglesia anglicana por discrepar de la obligatoriedad del celibato y para poder casarse y fundar una familia.
Rowan Williams, actual arzobispo de Canterbury, con el Papa Benedicto XVI | EfeRowan Williams, actual arzobispo de Canterbury, con el Papa Benedicto XVI | Efe
Y no sólo curas, sino también teólogos famosos. Como el ex dominico Matthew Fox que se convirtió el anglicanismo para "introducir algo del sentido común anglosajón en los veintiún siglos de catolicismo". O el célebre sociólogo de la religión belga Karel Dobbelaere, catedrático de la universidad católica de Lovaina, que se pasó al anglicanismo por estar en desacuerdo con la carta apostólica de Juan Pablo II "Ordenatio sacerdotalis", que cerraba la puerta del sacerdocio católico a las mujeres. Un trasvase continuo entre dos confesiones religiosas realmente "hermanas", la postmoderna Iglesia anglicana y la premoderna Iglesia católica. Un camino de ida y vuelta entre Roma y Canterbury.

Setenta millones de seguidores

Creada tras el cisma promovido por Enrique VIII, en 1530, para salvaguardar su independencia frente a Roma, divorciarse de Catalina de Aragón y casarse con Ana Bolena, la Iglesia de Inglaterra juega, desde entonces, el papel de "primus inter pares" dentro de la Comunión anglicana, que engloba a las Iglesias de País de Gales, Irlanda y Escocia. En total, unos diez millones de fieles. En el resto del mundo, hay múltiples iglesias que también forma parte de la comunión anglicana, hasta alcanzar un total de unos 70 millones de fieles.
Los clérigos no reciben subvención alguna o ayuda económica de las arcas estatales
La máxima autoridad de la comunión anglicana es la reina de Inglaterra, que delega sus poderes eclesiásticos en el arzobispo de Canterbury, cuyo nombramiento lo hace el Gobierno de una terna que le presenta la propia Iglesia.
Descentralizada y democrática, la Iglesia anglicana tiene una especie de Parlamento, el Sínodo, que se reúne cada 10 años. Las mociones aprobadas por el Sínodo que signifiquen cambios en la Iglesia han de ser refrendadas por el Parlamento inglés.
Veinticuatro obispos y al arzobispo de Canterbury tienen garantizado su escaño en la Cámara de los Lores, aunque por acuerdo eclesiástico sólo acuden a la Cámara en ocasiones protocolarias y se abstienen de intervenir en temas relacionados con la política. Ninguna otra confesión religiosa está representada de forma oficial en el Parlamento inglés.
A pesar de esta fusión entre Iglesia y Estado, los clérigos no reciben subvención alguna o ayuda económica de las arcas estatales. La Iglesia anglicana se financia mediante los recursos que obtiene de sus fieles. En los últimos años y ante la escasez de donativos procedentes de sus fieles ha tenido que vender templos, obras de arte (varios cuadros de Zurbarán, por ejemplo) o invertir en todo tipo de empresas como la que comercializa la Viagra.

Scotland Yard planea vender su famosa sede de Londres

No son exactamente iconos arquitectónicos lo que le falta a Londres, pero la ciudad se ha echado a llorar por la posibilidad de perder uno de los más impersonales: el anodino edificio de oficinas que desde 1967 aloja la sede de la Policía Metropolitana, más conocida como Scotland Yard. El actual comisario jefe, Bernard Hogan-Howe, ha anunciado por sorpresa que están estudiando la venta del edificio como parte del draconiano plan de recorte de gastos que les impone el Gobierno británico, empeñado en reducir como sea el gasto público. “Están vendiendo la joya de la corona”, se ha lamentado un sindicato policial. Sin embargo, Scotland Yard se trasladará al barrio en el que estuvo casi siempre, Victoria Embankment, a orillas del Támesis.
Aunque la decisión de marcharse de esa enorme mole de los años sesenta no está tomada y no se sabe si los nuevos propietarios querrán reformarla o tirarla, por lo que parecen llorar los más melancólicos no es tanto por esa masa de vidrio y aluminio de Victoria Street como por el famosísimo rótulo con la sobria leyenda “New Scotland Yard” que gira sobre sí mismo 14.000 veces al día y situado junto a la entrada principal, en una calle trasera, frente al número 8 de Broadway. ¿Y acaso alguien duda de que ese mismo rótulo seguirá girando en la nueva sede?
Los mandos policiales, acostumbrados a vivir con presupuestos expansivos desde siempre, se ven ahora en la necesidad de ahorrar 500 millones de libras (620 millones de euros) antes de 2015, una cifra importante para un cuerpo que gasta casi 4.500 millones de euros al año.
En la sede actual, trabajan unas 3.000 personas y en la futura no habrá espacio para más de 800 empleados
Las finanzas, sin embargo, no parecen el punto fuerte de la policía londinense, que en 2008 pagó 155 millones de euros por el edificio —en realidad, por lo que llaman free hold, la propiedad completa del terreno— y ahora espera recaudar algo más de 185 millones. El problema, según ha explicado Hogan-Howe, es que el mantenimiento es muy elevado, unos 13,7 millones de euros al año, y ahora tenía que afrontar una renovación estimada en unos 62 millones. En total, el cambio de sede permitirá unos ahorros de ocho millones de euros, una cifra modestísima para el nivel de vida de Scotland Yard.
Quizás la clave no esté en las finanzas, sino en el hecho de que en la sede actual trabajan más de 3.000 personas y en la futura apenas habrá espacio para entre 600 y 800 empleados. Teniendo en cuenta que la poda de gastos va a ir acompañada de un significativo recorte de efectivos y que el alcalde, que tiene la última palabra, prometió que los agentes que patrullan las calles de Londres no bajarán de los actuales 32.000, parece claro que el recorte de personal vendrá, en buena parte, de la sede central.
El cuartel general no es la única propiedad en venta. La Policía Metropolitana tiene un parque inmobiliario de unos 700 edificios, incluyendo comisarías, bases de patrulla y garajes para sus vehículos. Muchos están ya en venta y hay planes para cerrar docenas de comisarías. Algunas reciben “dos visitas en los días buenos y una en los días malos”, por lo que ahora quieren abrir pequeños despachos en lugares concurridos, como son los supermercados. Una forma no solo de ahorrar dinero, sino de hacerse más accesible al ciudadano.
Muchos londinenses ignoran que en la primera planta de la sede central de Victoria Street hay uno de los museos más escabrosos y secretos de la capital: el Museo del Crimen. Secretista porque no es de acceso público: solo se puede visitar por invitación. Entre los visitantes ilustres se cuentan desde algunos miembros de la familia real a gente famosa como el escritor Arthur Conan Doyle (creador de Sherlock Holmes y quizás el mayor propagandista de la policía londinense en toda la historia), el mago Harry Houdini, los actores Stan Laurel y Oliver Hardy o Gilbert & Sullivan, la pareja artística de la época victoriana que formaban el libretista W. S. Gilbert y el compositor Arthur Sullivan.
El museo es fruto de una ley aprobada en 1869 que autorizaba a la policía a quedarse con ciertos utensilios confiscados a los prisioneros para poder instruir con ellos a los agentes. A la colección, creada a iniciativa de un inspector llamado Neame con la ayuda de un agente llamado Randall, recibió la consideración oficial de museo en 1875, pero nunca fue inaugurado formalmente.
Consta de dos salas. La primera contiene una colección de armas, todas ellas etiquetadas con el nombre del delincuente que las utilizó, sobre todo de casos famosos anteriores a 1900, como el de Jack el Destripador o el de Charlie Peace (1832-1879), un ladrón y asesino con apariencia de elegante violinista que inspiró varias novelas románticas. En la sala se exhiben también las máscaras mortuorias de condenados a morir ahorcados en la prisión de Newgate.
La segunda sala contiene vitrinas divididas por categorías como asesinos famosos, envenenadores, asesinos de policías, realezas, robos de bancos, espionaje, asedios y rehenes y secuestros.
La Policía Metropolitana fue creada en 1829 por el entonces ministro del Interior, sir Robert Bob Peel, origen del mote de “bobbies” con el que desde entonces se conoce a sus agentes. Su función era controlar los suburbios de Londres, pero la City mantuvo, y sigue manteniendo, su propia fuerza policial.
El origen del sobrenombre de Scotland Yard es algo más controvertido que el de los bobbies. Tiene relación con el despacho en el que estaban instaladas las dos personas que en 1839 recibieron el proyecto de fusionar la Policía Metropolitana con otros cuerpos de la capital que en principio se habían quedado fuera de su ámbito. El despacho estaba en la parte trasera de la sede central, situada en Whitehall Place. La casa en que estaban ellos daba a un jardín trasero y hay dos versiones sobre cómo ese jardín llegó a bautizar como Scotland Yard al conjunto de la policía.
Una versión sostiene que aquella casa había sido una residencia propiedad del rey de Escocia antes de que se formara el Reino Unido y que ese lugar era conocido como Escocia y de ahí pasó a llamarse Scotland Yard, Jardín de Escocia. Y que a partir de entonces se empezó a llamar así a la policía. Otra versión algo distinta sostiene que el edificio de Whitehall Place daba a un jardín trasero que estaba en una de las tres calles de la zona que incorporaban a su nombre las palabras Scotland Yard, concretamente la que se llamaba Great Scotland Yard.
En 1890, la sede fue trasladada al cercano Victoria Embankment, a un edificio diseñado por el arquitecto escocés Richard Norman Shaw y que ahora forma parte de las oficinas del cercano Parlamento. Desde entonces, la sede de la Policía Metropolitana pasó a llamarse New Scotland Yard. Construido con ladrillo rojo, la fachada de la planta baja del edificio fue levantada con bloques de granito transportados por reclusos.
El cuartel general de Scotland Yard estuvo en ese edifico hasta que en 1967 se trasladó al actual moderno edificio de oficinas en Victoria Street. Si se cumplen los planes anunciados, la Policía Metropolitana de Londres irá de nuevo a Victoria Embankment, a un edifico construido en 1937 por el arquitecto Curtis Green que hasta hace poco era la sede de la Policía Territorial. Antes, en ese solar, ya había una comisaría de policía. En el fondo, Scotland Yard vuelve a casa. Tampoco parece que haya tantas razones para llorar. Lo más importante es que no se olviden de trasladar el famoso rótulo giratorio.

Anonymous publica en Internet datos personales de 18 ‘mossos’

El colectivo de piratas informáticos Anonymous ha publicado este sábado a través de Twitter el nombre y el número de placa de 18 agentes de los Mossos d’Esquadra, de los que asegura que forman parte de la Brigada Móvil de Antidisturbios (Brimo). Un portavoz del departamento de Interior, sin embargo, ha negado que los policías pertenezcan a esta unidad.
Anonymous explicó que la filtración está motivada por las actuaciones violentas protagonizadas por los mossos en los últimos meses, la última el pasado miércoles cuando los antidisturbios agredieron a dos menores, un niño de 13 años y una chica de 16, en Tarragona durante la huelga general. Anonymous destaca que si “no cesan las injusticias contra el pueblo”, pagará a la policía con su “misma moneda” y dará a conocer más datos e información de su “actividad represora”.
Anonymous relata en sus mensajes en Internet que: “En adelante nos hemos tomado la libertad de fisgonear un poco en vuestro sistema con el objetivo de iniciar nuestra propia lista: #LaListadeV, donde aparecen los nombres de los encargados de reprimir las voces del pueblo que luchan contra la dictadura financiera de políticos y banqueros”.
El portavoz de Interior aseguró por su parte que la mayoría de los agentes incluidos en la lista no son antidisturbios y negó que el movimiento hacker haya entrado en el sistema informático de la policía catalana.

La batalla contra los abusos de una ley desahuciada

Mensaje de un juez a sus colegas en un foro de debate: “Joder con mi quiosquero. Esta mañana cuando he ido a comprar el periódico y me ha visto ha salido de detrás de las revistas y sin decirme nada me ha dado un beso en la boca delante de los parroquianos. Me he quedado cortado y sonrojado, después he visto el titular de un periódico y le he oído decir que yo era juez y que por fin parecía que los poderosos de esta sociedad encontraban colectivos que les hacían frente. Me he ido a casa pensando que algo está cambiando, que se ha abierto camino a una transformación del colectivo de jueces, lenta pero imparable”.
 Se acabó el silencio. La rebelión de algunos jueces ante una ley obsoleta e injusta aprobada hace más de un siglo, en 1909, que ha precipitado el desalojo de 350.000 propiedades y decenas de miles de familias, ha conseguido acercar a este colectivo a la sociedad y generado un debate entre los propios magistrados sobre cómo responder a este drama social. El foro interno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que agrupa a más 5.000 jueces, y los de las distintas asociaciones profesionales recogen propuestas, iniciativas y miles de mensajes que reclaman un cambio de la ley, que piden una respuesta. Algunos proponen que a partir de mañana se paralicen los desalojos que se tramitan en sus juzgados.
Otro mensaje: “Ayer oí a Juan Luis Ibarra [presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco]. Expresó dolor y vergüenza por los hechos desgraciados de Barakaldo [el suicidio de Amaya Egaña, de 53 años, cuando iba a ser desalojada de su piso por una comisión judicial]. Habló de cuando el derecho mata a la justicia. Y me emocioné porque salió a dar la cara cuando otros presidentes del TSJ habían callado ante suicidios anteriores. Y porque sentí que se expresaba en nuestro idioma. El otro lenguaje no es el nuestro, no lo reconozco, no me hice juez para acabar convertido en un simple verdugo que aplica la pena de muerte a los más débiles. Será el lenguaje de los banqueros, los mercados, pero mi sentimiento está con Juan Luis. El derecho tiene mucha trastienda ética”. “Estamos debatiendo con un ardor y una intensidad que no se puede imaginar”, describe Gemma Vives, juez de Barcelona que dictó uno de los primeros autos contra los desalojos.
¿Se ha perdido el miedo a hablar en la judicatura? “La gente lo está perdiendo. Se está superando el falso concepto de responsabilidad callada. La posición de los jueces ante este drama ha provocado nuestra reconciliación con la sociedad de la que estábamos alejados”, afirma Pedro Luis Viguer, de 47 años, decano de los jueces de Valencia y uno de los magistrados más críticos con los desalojos. Una postura que ha obligado al Gobierno a aprobar un decreto ley para paliar los devastadores efectos de los desahucios concediendo una moratoria de dos años para los más vulnerables y un parque de viviendas. Medidas que muchos jueces y colectivos sociales creen insuficientes.
Juez Guillem Soler: "cuando un ciudadano pierde la vivienda por no pagar no puede alegar"
La ola explotó el pasado 25 de octubre en la sede del CGPJ. El vocal Manuel Almenar presentó un trabajo titulado Propuestas para la agilización y reforma de los procesos civiles en el que siete magistrados de distintos puntos de España reclamaban al máximo órgano de la judicatura una transformación total del marco jurídico que regula las ejecuciones hipotecarias. Estos jueces, entre los que figura Viguer, el decano de Valencia, acusan a los bancos de “irresponsabilidad, ligereza y mala praxis”, piden moratorias para casos de accidentes, paro, desgracias o enfermedad y reclaman que la dación en pago, es decir, la entrega de la vivienda como modo para cancelar el crédito, se convierta en una “regulación imperativa en determinadas circunstancias”. Entre sus propuestas exigen que los ciudadanos participen con voz propia mediante la creación de comisiones mixtas que favorezcan las salidas negociadas entre el banco y el deudor.
El pleno del CGPJ miró hacia otro lado, evitó pronunciarse sobre el informe y cuestionar si se había o no votado entre sus redactores e incluso si el órgano de los jueces lo había encargado. Su contenido lo había revelado el día anterior EL PAÍS. “Que nos llamen para hacer este informe y luego nos den en la testuz es el colmo. Hemos trabajado durante ocho meses, lo hemos hecho sin cobrar. No es de recibo la reacción que tuvo el Consejo. Qué decepción”, se queja uno de los redactores que reclama el anonimato.
La actitud tibia de Gonzalo Moliner, presidente del máximo órgano de los jueces, y de algunos vocales ante el informe que proponía soluciones para los desalojos hipotecarios no sirvió de nada. Los 47 jueces decanos de toda España suscribieron días después en Barcelona una frase para la historia: “La justicia está llamada a encabezar el discurso público contra la crisis”. Una comisión de 15 jueces llevó a la reunión la necesidad de reformar la denostada Ley de Ejecución Hipotecaria.
La ola que explotó en el CGPJ y la iniciativa de los decanos no fue casual. El viento y las corrientes que la formaron vienen de años atrás en juzgados de Estella y Pamplona, Girona, Torrejón (Madrid), Elche, Barcelona o Terrassa (Barcelona), entre otros, en los que los jueces sorteaban en el silencio de sus despachos la dura ley de ejecución hipotecaria con autos vanguardistas. Resoluciones innovadoras en las que retratan situaciones de “enriquecimiento injusto”, “abuso de derecho” y prácticas parecidas a la “usura”. Todos hablan de la indefensión de los desahuciados frente a los bancos.
Un magistrado sobre el Poder Judicial:  "Nos llaman para hacer un informe y luego nos dan en la testuz. Es el colmo"
Fuera de los juzgados algunos ciudadanos soplaban con fuerza en la misma dirección. Lluís Martí, de 54 años, mecánico de profesión, separado y padre de un niño de 10 años, ha paralizado el desalojo de su casa en La Bisbal del Penedés, un pueblo a 30 kilómetros de Tarragona, en cinco ocasiones. Asegura que es la primera persona en España que lo ha conseguido. Entre otras causas por la ayuda de 30 personas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) que el 3 de noviembre de 2010 rodearon su casa con pancartas para impedir el desalojo. “Mi caso se ha archivado. Se suspendió por voluntad del banco (Cataluña Caixa). Debía más de 100.000 euros, pero no tenía trabajo desde 2009. Sigo en mi casa y no la voy a dejar”, dice.
Con esta iniciativa arrancó la campaña Stop Desahucios de la PAH que hoy ha logrado paralizar 500 desalojos y se ha convertido, junto a movimientos como el 15-M, en la punta de lanza de iniciativas ciudadanas contra la vieja Ley de Ejecución Hipotecaria. Ada Colau, de 38 años, licenciada en Filosofía y trabajadora en un observatorio de derechos sociales, es una de las impulsoras de esta plataforma que en solo dos años ha crecido como hongos por todo el país. “Hemos conseguido pequeñas grandes victorias, como daciones en pago antes de la subasta y condonaciones de deuda después de la subasta. Centenares de Ayuntamientos nos apoyan pidiendo que se cambie la ley”.
Con ese objetivo, PAH y otros colectivos han reunido 600.000 firmas y presentado una iniciativa legislativa popular ante el Congreso para lograr la dación en pago retroactiva. Martí Batllori, letrado de la PAH, califica de “tortuosa y conflictiva” la presentación de esta iniciativa y augura que alcanzarán el millón de firmas. Para Pablo Matos, portavoz de vivienda del PP en la anterior legislatura, la dación en pago es un “disparate porque lo que consigue es la pérdida de la vivienda y el abandono del hogar familiar”. El diputado popular afirma que el decreto ley del Gobierno es solo una respuesta “urgente” para paralizar los desahucios y se muestra partidario de reformar la Ley Hipotecaria. “Le aseguro que la vamos a impulsar. Hay mucha desproporción y abusos”, dice.
Ada Colau, la activista de la campaña Stop Desahucios, considera insuficientes las medidas del Gobierno. “Las moratorias parciales no son la solución. Se habla del desahucio, pero no de la deuda. La gente tiene que poder liberarse de esa carga. No se les puede dejar excluidos de por vida. Definir colectivos vulnerables es otra equivocación, ya se hizo con el código de buenas prácticas, que ha sido un fracaso. Con este decreto el caso de la señora que se suicidó en Barakaldo no entraría: era un matrimonio con trabajo y un hijo de 21 años”.
Una encuesta con 6.000 casos de desalojo concluye que el 65% son de españoles y que en el 82% había un menor
Guillem Soler, de 36 años, titular de un juzgado de Barcelona, es uno de los pioneros en denunciar los abusos de los desalojos. Hace dos años y medio, cuando estaba al frente de un juzgado de Sabadell y casi nadie hablaba del drama, planteó la inconstitucionalidad de la ley de ejecuciones hipotecarias, pero el Constitucional avaló la vieja ley de 1909. En su opinión el ciudadano está indefenso y lo explica así: “Cuando un ciudadano pierde la vivienda por no pagar no puede alegar, no puede paralizar la ejecución. Si quiere hacerlo tiene que ir a un proceso distinto. Es una ley restrictiva del derecho de defensa”.
La moratoria de dos años aprobada por el Ejecutivo para las familias que no ingresen más de 19.200 euros al año es para Soler puro maquillaje. “El fondo de este problema es este sistema injusto que requiere que se cambie la ley. Hace falta una reforma legislativa a fondo”. El juez propone dos opciones; la dación en pago o la modificación de la ley procesal para que el banco en vez de quedarse con la casa por el 60% de su valor lo haga por el 80%. “Así quedaría poca deuda por pagar”, apostilla. Y añade: “tienen que tener efecto retroactivo porque de no ser así el problema continúa”.
Edmundo Rodríguez, de 49 años, magistrado de la Audiencia Provincial de Álava, reclama suprimir el procedimiento de ejecución hipotecaria y destaca la indefensión de los miles de afectados, que además carecen de abogado. “Yo lo haría desaparecer. Hay que ir a uno ordinario y común para los acreedores. Hay que ampliar las causas de oposición del acreedor: por cláusulas abusivas o intereses de demora desproporcionados; establecer que el inmueble que se ejecuta sirva de vivienda familiar; que sea obligatorio para los deudores la intervención de letrado. Ahora en el 95% de los casos no hay oposición. Y como no hay oposición ejecutamos y subastamos por dos duros”.
Una encuesta con 6.000 casos recogidos por la plataforma de afectados PAH ofrece datos sorprendentes: el 82% de las viviendas ejecutadas eran el hogar de al menos un menor; el 65% eran españoles; más de un 40% había suscrito una hipoteca entre 100.000 y 200.000 euros; un 49,1% se encontraba en el paro. La lista de las entidades ejecutantes la encabezan Bankia con un 16%, y el BBVA con un 12%. “Los afectados están desesperados, no se les ocurre ir al Colegio de Abogados a pedir defensa. Cuando vienen sin letrado tenemos un problema”, confiesa el juez Rodríguez.
El abogado Rafael Mayoral, de 38 años, ha asistido en Madrid a decenas de desalojos. No imaginaba que el movimiento que iniciaron unos pocos llegaría tan lejos. Se ha implicado porque cuando se notifica la demanda de ejecución al deudor no se le informa de su derecho a la defensa gratuita. “El afectado está indefenso, no tiene información sobre el procedimiento. Además, si no lo pides el banco te carga las costas”, dice. Cien letrados han creado un turno solidario para asistir a desalojados y redactar escritos.
Decenas de letrados crean un turno solidario para ayudar a los afectados, que en un 95% no plantean recurso
José Luis González Armengol, decano de los jueces de Madrid, reclama una reforma que va más allá de la que acaba de aprobar el Gobierno. Esta es su receta: “Hay que ir a un cambio legislativo que lleve anejos otros aspectos legales del Código Civil en el que se fije la dación en pago. El banco es un acreedor privilegiado. Hay que garantizar el compromiso de las Administraciones con las viviendas sociales. Se tiene que potenciar el mercado de alquiler para llegar a estándares europeos. La compra implica más riesgos. Estamos pagando las consecuencias de una política de vivienda equivocada”.
La moratoria de dos años aprobada por el Gobierno para los más vulnerables es un error para José María Fernández Seijo, de 47 años, el juez que recurrió ante el Tribunal de Justicia de la UE el caso de Mohamed Aziz, un obrero marroquí residente en Cataluña, una iniciativa que amenaza con tumbar la ley hipotecaria española. El dictamen de la abogada general del tribunal, califica de abusiva la normativa. “La moratoria por sí sola es peligrosa si no hay una quita. Debería ir acompañada de la reestructuración de la deuda. Si la paralizas lo que haces es retardar el problema porque los intereses siguen creciendo. Si no rebajas la deuda no hay solución definitiva. Además, las clases medias deberían beneficiarse, no solo las clases más bajas”.
La futura sentencia europea augura que la ley española está muerta. Algunos lo ven tan claro que ya proponen la paralización de todos los desahucios. Ángel Dolado, de 50 años, juez decano de Zaragoza y presidente del Foro Judicial Independiente, dirige esta iniciativa. “Para evitar males mayores hay que suspenderlos. Hemos redactado un formulario a modo de auto que estamos distribuyendo en toda España. Queremos que las juntas de jueces valoren la posibilidad de pararlos”. El abogado Mayoral asegura que mañana numerosos afectados pedirán la suspensión de sus desalojos en juzgados en todo el país. Y esgrimirán el informe de la abogada del tribunal europeo. “Vamos a ver si lo atienden los jueces”, se pregunta.
Diego Gutiérrez, de 37 años, juez en Lleida, cree que sí: “Hay que hacer algo. Hay un compromiso de parte de la judicatura para afrontar estas situaciones tan dramáticas. Algunos compañeros se plantean suspender algunas ejecuciones hasta que el tribunal europeo se pronuncie”. José Francisco Cobo, de 55 años, el magistrado de la Audiencia de Navarra que dictó uno de los primeros autos críticos con el sistema de desahucios, recita todo el acerbo comunitario en materia de protección a los consumidores y apostilla: “Me parece una posibilidad correcta y razonable. Deberíamos ir por ahí”.
Otros como Juan Antonio Xiol, presidente de la Sala Primera del Tribunal Supremo, buscan vías más complejas y estudian si es posible plantear recursos a los autos de desalojo ya que la casación exige proceder solo contra sentencias: “No es fácil, pero no imposible. La novedad sería la apelación ante la Audiencia, y contra la sentencia de esta cabe el recurso de casación. Buscar alguna vía para que lleguen ante el Supremo”.
El movimiento ciudadano continúa y el decreto del Gobierno calienta todavía más los debates en los foros de los jueces. De los comentarios no escapa Moliner, el presidente del CGPJ que evitó abordar el informe de sus compañeros sobre los desalojos, la ola que rompió por sorpresa en la sede del máximo órgano judicial y que lo inundó todo. “El problema no es que se equivoque, es que se equivoque siempre a favor de los mismos”, esgrime un magistrado en su mensaje.

La banca mete presión


  • El martes 6 de noviembre se reunieron a comer en Madrid los representantes del llamado Grupo 1 de la Asociación Española de Banca (AEB), el de los grandes. Acudieron Matías Rodríguez Inciarte (vicepresidente del Santander), Jaime Sáenz de Tejada (director de España y Portugal del BBVA), Roberto Higuera (vicepresidente del Popular), Jaime Guardiola (consejero delegado del Sabadell) y José San Félix (consejero delegado de Banesto), además del presidente de la patronal bancaria, Miguel Martín. La comida, frugal como suelen acostumbrar los banqueros cuando trabajan, acabó con el firme propósito “de buscar soluciones sobre una cuestión que se estaba yendo de las manos y transmitírselas al Ejecutivo antes de que tome decisiones traumáticas que pueden perjudicar seriamente al sector financiero”, según una fuente implicada. La AEB puso a trabajar a los comités jurídico y de comunicación para elaborar una propuesta y pasársela al Gobierno. El viernes, los bancos ya tenían un plan para enviar al Ministerio de Economía a fin de que tuviera en cuenta sus puntos de vista.
  • La cosa no acabó ahí. A la presión popular, que es la única que ha hecho reaccionar al Gobierno y a la propia banca, se sumaron los jueces decanos pidiendo cambios en la Ley Hipotecaria y la policía que manejaba aplicar la cláusula de conciencia en los desahucios. Los grandes bancos tuvieron que volver a abordar el tema en otra reunión una semana después, el martes 13. Esta vez fue un escalón más arriba en la jerarquía. Acudieron Alfredo Sáenz (vicepresidente y consejero delegado del Santander), Ángel Cano (consejero delegado del BBVA), Ángel Ron (presidente del Popular) y Josep Oliú (presidente del Sabadell), además de Miguel Martín.
  • Un día después, la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), presidida por Isidro Fainé (presidente, a su vez, de Caixabank), reunió a su comité ejecutivo y a su consejo con este tema como punto central y prácticamente monográfico. Las cajas, todavía inmersas en esos procesos de integración y reconversión, también subrayaron la necesidad de aclarar el panorama y mejorar los criterios objetivos que se deben aplicar.
  • Las presiones de los bancos y cajas fueron insistentes desde las reuniones del martes y miércoles. Además, Emilio Botín tuvo la oportunidad de tratar del tema con el ministro de Economía, Luis de Guindos, y el gobernador del Banco de España, Luis Linde, en una conferencia internacional de banca del Santander.
  • Los responsables de bancos y cajas habían visto que el asunto de los desahucios se les iba a echar encima irremisiblemente. Se intercambiaron llamadas al más alto nivel. Había que moverse. Consideran que las críticas que reciben por los casos de desahucios son “exageradas y equivocadas”, lo que impacta muy negativamente en su negocio, por mucho que prediquen que solo son morosos o impagados el 3% de las casi siete millones de hipotecas, cuyo saldo vivo es de 931.000 millones de euros (cifras de agosto), y que la mayor parte de los 350.000 casos de los que habla el máximo órgano judicial corresponde a casos de segundas o terceras viviendas, garajes, locales comerciales, naves industriales, locales rústicos...